La historia del desarrollo de las máquinas perforadoras
Debido a la necesidad de fabricar armas, en el siglo XV aparecieron las perforadoras de barriles accionadas por agua. Después de que J. Watt obtuviera la patente para una máquina de vapor práctica en 1769, la precisión del mecanizado del cilindro se convirtió en una cuestión clave para la máquina de vapor. En 1774, el inglés J. Wilkinson (también traducido como John Wilkinson) inventó la máquina perforadora de barriles, con la que se mecanizó el bloque de cilindros de la máquina de vapor Watt al año siguiente. En 1776, construyó una máquina perforadora de cilindros más precisa. Hacia 1880 comenzaron a fabricarse en Alemania máquinas perforadoras horizontales con columnas delanteras y traseras y mesas de trabajo. Para adaptarse al procesamiento de piezas extra grandes y pesadas, en los años 30 se desarrollaron las taladradoras de suelo. A medida que aumentó la carga de trabajo del fresado, en la década de 1950 aparecieron las taladradoras y fresadoras de suelo. A principios del siglo XX, debido al desarrollo de la industria de fabricación de relojes e instrumentos de relojería, se necesitaban equipos con errores de espaciado de orificios más pequeños y aparecieron en Suiza las máquinas perforadoras por coordenadas. Para mejorar la precisión de posicionamiento de las máquinas perforadoras, se han utilizado ampliamente cabezales de lectura óptica o dispositivos de visualización digital. Algunas máquinas perforadoras también utilizan sistemas de control digital para automatizar los procesos de procesamiento y posicionamiento de coordenadas.