¿Comer avena puede reducir los lípidos en sangre?
La avena, también conocida como trigo sarraceno, es un cultivo herbáceo de trigo de 1 o 2 años de edad de la familia Gramineae, ampliamente plantado en mi país. La avena ha sido uno de los alimentos saludables más importantes para los chinos desde la antigüedad. La medicina tradicional china cree que la avena es dulce, fresca y no tóxica. Entran en los meridianos del corazón, el bazo y los riñones y tienen la función de nutrir el corazón y los riñones, fortalecer el bazo y la sangre, eliminar el calor y regular el qi. La investigación médica moderna ha confirmado que la avena es un alimento rico en fibra que puede aumentar la motilidad gastrointestinal, aumentar la excreción de grasas y nitrógeno, reduciendo así los niveles de colesterol en el cuerpo humano y previniendo la formación de aterosclerosis. Se ha observado que la avena elaborada con avena y cebada reduce el colesterol. Si insiste en comer avena en el desayuno, el 70% de los pacientes con hiperlipidemia pueden reducir significativamente el colesterol total y los triglicéridos séricos. Principalmente porque la familia de la avena es rica en fibra. Algunas personas han determinado que comer un plato de avena cocida puede consumir 3 gramos de fibra soluble, lo que puede reducir el colesterol sérico total entre un 5% y un 10%, lo que equivale a reducir el riesgo de enfermedad coronaria entre un 10% y un 20%.
Además, según las investigaciones nutricionales modernas, la avena es rica en ácido linoleico, que representa del 35% al 52% de todos los ácidos grasos insaturados, así como en vitamina E y saponinas. Después de años de observación clínica, la avena puede reducir significativamente el colesterol total sérico, los triacilgliceroles y las lipoproteínas β, y aumentar el colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad. Ya sea que se trate de hiperlipidemia primaria o secundaria, tiene buenos resultados. Por lo tanto, la avena tiene un buen valor médico y sanitario para pacientes con hiperlipidemia, enfermedades coronarias, diabetes e hipertensión.