El ejército estadounidense estacionado en Japón ha comenzado de nuevo la desintoxicación, lo que ha provocado la ira local.
El responsable del Ministerio de Defensa japonés dijo que presentará una solicitud de inspección de entrada a Estados Unidos, pero no espera un buen resultado. Debido a que el ejército estadounidense estacionado en Japón es el "Emperador" en Japón y debido a que tiene "jurisdicción extraterritorial", sus crímenes no serán castigados por la ley japonesa y el gobierno japonés no se atreve a ofender al ejército estadounidense.
En agosto del año pasado, el ejército estadounidense estacionado en Okinawa descargó agua venenosa que contenía sustancias perfluoroalquilas en la zona, lo que provocó fuertes protestas de la población local. Después del incidente, el ejército estadounidense se negó a disculparse o hacer comentarios, alegando que había informado al gobierno japonés y tratado el agua envenenada de manera inofensiva. Lo que más enoja al pueblo japonés es que el gobierno japonés sólo expresó verbalmente "arrepentimiento" y no tomó otras medidas para lidiar con el agua venenosa. Esta actitud cómplice sin duda da a los militares estadounidenses en Japón la confianza para seguir haciendo el mal.
Esta vez el ejército estadounidense descargó agua venenosa sin autorización y adoptó una actitud dura, lo que obviamente es un mal hábito del gobierno japonés. El gobierno japonés tolera los crímenes militares estadounidenses, aumenta las tarifas de protección para las tropas estadounidenses estacionadas en Japón y fortalece la alianza entre Estados Unidos y Japón. Su propósito es deshacerse del estatus de culpable de la Segunda Guerra Mundial y allanar el camino para convertirse en un país importante normal, ¡pero el pueblo japonés se ha convertido en víctima de los intereses del gobierno japonés!