Los esclavos no quisieron resistir, pero no se atrevieron. ¿Qué los hace?
Perdieron su libertad y tuvieron que trabajar día y noche, esperando la llamada del amo de esclavos en cualquier momento. Sus jornadas de trabajo son largas, lo que tampoco les deja tiempo extra para montar una resistencia eficaz.
Y les resulta complicado tener acceso a caballos, mosquetes y otras herramientas, e incluso no se les permite salir sin permiso. Este tipo de gestión condujo a una escala cada vez menor de su resistencia y al contacto constante con los propietarios de esclavos. Mientras se descubra que los esclavos tienen la idea de resistencia, los dueños de esclavos se unirán para reprimirla. Mientras los esclavos que resistan sean capturados, serán ejecutados.