Red de Respuestas Legales - Leyes y reglamentos - La adolescencia es un período de alta incidencia de enfermedades mentales. ¿A qué aspectos deben prestar atención los padres a la hora de educar a sus hijos?

La adolescencia es un período de alta incidencia de enfermedades mentales. ¿A qué aspectos deben prestar atención los padres a la hora de educar a sus hijos?

La adolescencia es un período de alta incidencia de enfermedades mentales. ¿A qué aspectos deben prestar atención los padres a la hora de educar a sus hijos? A medida que aumentan las calificaciones, el aprendizaje de conocimientos de los niños se vuelve más popular, el contenido mejora, la dificultad aumenta, la carga de trabajo es relativamente mayor y los métodos de aprendizaje también cambian. Por lo tanto, la sed de conocimiento de los niños ha aumentado y tienen mucha sed de conocimiento, por lo que tienen el concepto de no tener miedo de quedarse atrás y aprender activamente. Sin embargo, algunos niños son perezosos, temen las dificultades o pierden la confianza debido a la pérdida. del conocimiento. En este momento, sus calificaciones definitivamente bajarán: también habrá desviaciones en el aprendizaje.

Aspectos fisiológicos y psicológicos: Los niños adolescentes están experimentando lentamente una transformación física. Ante los cambios en el cuerpo, los niños están nerviosos, ansiosos y preocupados, y esperan que alguien pueda ayudarlos a aliviar su timidez. En tales circunstancias, muchas cosas se encuentran en la etapa de curiosidad, escepticismo y toma de conciencia y motivación. Con el desarrollo de la economía social y la mejora del nivel de vida de las personas, es un hecho indiscutible que los niños llegan temprano a la pubertad. Este es un problema inevitable y que debe abordarse. Cuando los niños entran en la adolescencia, el poeta Yu lo llama los años cardamomo, pero los biólogos llaman a la adolescencia el "período de agitación interior" o el "período de tormenta interior".

Nivel ideológico: Los conceptos cambian de simples a complejos y empiezan a tener voluntad propia. Ya no les dice nada a los padres. Tiene su propio mundo y secretos, cuidadosamente guardados en el diario. Si los padres lo leen, a menudo se enfadarán y entristecerán mucho. Pero al mismo tiempo, su capacidad para distinguir el bien del mal también es muy débil. En particular, falta especialmente el concepto legal. No sé qué he hecho mal y qué he violado la ley.

En primer lugar, los padres deben mirar esta situación con un corazón inocente. Piense en el problema desde la perspectiva del niño, analice la causa raíz del problema, respete el comportamiento del niño y comprenda sus dudas. Convence a las personas con razón, conmuévelas con emociones, guíalas para que hagan lo correcto y ayuda a los niños a salir de las sombras.