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Consultoría sobre información pornográfica

El bajo coste de los rumores es una de las razones por las que resulta difícil detenerlos, pero no es la única. A continuación discutiré este tema desde los siguientes aspectos: bajo costo de los rumores, difusión en Internet, crisis de confianza social y perspectiva legal.

1. El coste de difundir rumores es bajo.

Con el desarrollo de la tecnología de Internet, la adquisición y difusión de información se ha vuelto cada vez más conveniente, y los creadores de rumores pueden crear y difundir rumores fácilmente en Internet. Pueden difundir rápidamente información falsa a través de las redes sociales, WeChat Moments, foros y otras plataformas, a menudo sin pagar mucho costo. En comparación con el costo que supone publicar información para los medios tradicionales y las agencias gubernamentales, los traficantes de rumores pueden publicar información falsa en Internet con sólo unos pocos clics.

2. Comunicación por Internet

La rápida difusión y la amplia influencia de Internet es otra razón por la que los rumores son difíciles de detener. Una información falsa puede difundirse por todo el país o incluso por el mundo en un corto período de tiempo, provocando un grave impacto social. Cuando se difunde ampliamente información falsa, es difícil borrarla de la memoria de las personas, incluso si luego se demuestra que es un rumor. Además, la difusión de información falsa puede utilizar recomendaciones de algoritmos en Internet, trolls y otros medios para facilitar la difusión y difusión de rumores.

3. Crisis de confianza social

Otra razón importante por la que los rumores son difíciles de detener es la crisis de confianza social. A medida que la sociedad continúa desarrollándose y cambiando, la confianza de la gente en instituciones e individuos como el gobierno, los medios y los expertos ha disminuido gradualmente, mientras que su confianza en los medios emergentes como los "automedios" ha aumentado gradualmente. Esto hace que sea más fácil para las personas creer en información procedente de canales como los “self-media”, que a menudo no se someten a una revisión y escrutinio estrictos, lo que facilita que se conviertan en un caldo de cultivo para los rumores.

4. La disuasión legal es insuficiente.

Desde una perspectiva legal, crear canciones pornográficas es un acto de difamar o insultar a otros. De acuerdo con el Derecho Penal de mi país y la Interpretación de Diversas Cuestiones Relativas a la Aplicación de las Leyes en el Tramitación de Casos Penales de Difamación mediante el Uso de Redes de Información, quienes causen consecuencias graves como afectar el orden público, dañar la reputación de otras personas o causar daños mentales puede constituir un delito y estar sujeto a sanción penal. Sin embargo, debido al elevado umbral de condena y a la necesidad de demostrar la malicia subjetiva y la influencia objetiva de los traficantes de rumores, la ejecución y supervisión de las sanciones penales también resultan difíciles. Por lo tanto, quienes trafican rumores pueden sentir que la disuasión legal es insuficiente y que sus defensas psicológicas contra la difusión de rumores han sido violadas. Además, el costo de salvaguardar los derechos de las víctimas también es alto, ya que deben soportar los costos, el tiempo y la energía del litigio. El monto de la compensación es relativamente bajo y no se prevén daños punitivos. Por lo tanto, es necesario mejorar aún más las regulaciones y sistemas legales pertinentes, aumentar los costos ilegales de los traficantes de rumores y proteger los derechos e intereses legítimos de las víctimas.

En resumen, muchos factores, como el bajo coste de los rumores, la difusión de Internet, la crisis de confianza social y la insuficiente disuasión legal, han dificultado detener los rumores. Para resolver este problema, necesitamos fortalecer la gestión y supervisión de los rumores en línea, mejorar la alfabetización científica y mediática del público y reconstruir la confianza de la sociedad en el gobierno y los medios. Al mismo tiempo, también debemos fortalecer la formulación y aplicación de leyes y tomar medidas severas contra la difusión deliberada de información y rumores falsos.