Al rechazar 10 millones de dólares estadounidenses y dejar solo la patente a su país de origen, esta estudiante universitaria es el orgullo de China. ¿Qué hizo ella?
Su nombre es Cai Yuchen y estudia en la Universidad Jiao Tong de Shanghai. En un concurso mundial de diseño de automóviles, ganó el primer premio por su integridad. En ese momento, este "recto" atrajo la atención de muchas personas tan pronto como apareció. En primer lugar, su apariencia es muy novedosa. La apariencia son dos grandes "burbujas". Este automóvil adopta el concepto de levitación magnética, que reduce efectivamente la fricción con el suelo, no requiere neumáticos y su velocidad también se ha mejorado cualitativamente. Lo que es aún más sorprendente es que la potencia del coche no requiere combustible.
Su apariencia elegante lo convierte en un automóvil que se mueve 360 grados y que también puede conducirse solo. Si este automóvil se diseña con éxito y se produce en masa, no solo reducirá efectivamente el consumo de recursos, sino que también reducirá en gran medida la ocurrencia de accidentes automovilísticos.
Otra cosa sorprendente de este coche es que se puede conectar a otros coches del mismo modelo a través de un dispositivo de acoplamiento especial. Un "coche" se puede conectar para convertirse en un "tren". Si en el futuro los amigos viajan juntos, podrán organizar un viaje en grupo mediante este tipo de atraque sin preocuparse por perder el coche. Esta sensación de frescura es refrescante y puedes imaginar cuánto esfuerzo se necesita para hacer un invento así.
Esto es lo que hizo Cai Yuchen. Renunció a innumerables horas de tiempo libre. Después de repetidos experimentos día y noche, entró y salió de las principales bibliotecas y laboratorios en innumerables ocasiones. Después de repetidos experimentos fallidos, finalmente creó este producto. Cai Yuchen también se hizo famoso en la Primera Guerra Mundial. La gente quedó sorprendida por la apariencia y el desempeño de esta obra y esperaba poder utilizarla en el futuro.
En medio de los elogios de la gente, Cai Yuchen estaba muy tranquilo. Sabe cuántas dificultades, altibajos ha experimentado a lo largo del camino, y sus esfuerzos han sido reconocidos por expertos autorizados. Éstos son los frutos del trabajo duro. Una de las empresas alemanas estaba tan interesada en esta tecnología que inmediatamente expresó su disposición a pagar 50 millones de dólares para adquirir la patente. Este alto precio causó revuelo en ese momento, pero Cai Yuchen permaneció impasible. Dejó en claro que llevaría esta patente de invención a su país para ayudar a la industria maglev de su país. Esta decisión recibió un fuerte aplauso del público.
Cai Yuchen utilizó su propia experiencia personal para demostrarle a la gente que incluso en una sociedad llamativa y utilitaria, todavía hay personas con los pies en la tierra, que dedican su luz y su calor y trabajan duro para lograr sus objetivos. objetivos. Ella rechazó 10 millones de dólares solo para dejar la patente a su madre patria. Esta estudiante universitaria es el orgullo de China. De ella también podemos aprender los sentimientos indiferentes de no estar contentos con las cosas y no estar tristes con nosotros mismos.
Si más talentos como ella contribuyen al país, ¿cómo podría China no ser fuerte en su desarrollo futuro?