¿De qué tipos de traducción jurídica hablamos a menudo?
Entre ellas, se puede dividir en:
Internacional: tratados y convenios;
Nacional: constitución, estatutos, órdenes y reglamentos;
Local: notificaciones y lineamientos administrativos.
Por ejemplo, dictámenes judiciales, alegatos, declaraciones de testigos y testimonios.
Tales como contratos, testamentos, estatutos, etc.
Como libros de texto jurídicos, cartas de asesoramiento e informes de políticas.
Por ejemplo, presentación de impuestos, solicitudes de licencias y ciudadanía.
Se puede comprobar que la traducción jurídica no siempre es una frase larga y difícil como una biblia de cientos de palabras. La dificultad de las cinco clasificaciones anteriores está disminuyendo, y aquellos que estén interesados en la traducción jurídica pueden superarlas una por una, de abajo hacia arriba, y avanzar hacia la cima de la pirámide paso a paso.