¿Cuáles son los contenidos específicos de las reglas de exclusión de pruebas ilegales en la Ley de Procedimiento Penal de mi país?
En primer lugar, se aclara la connotación y denotación de las reglas de exclusión de pruebas ilegales. Las pruebas ilegales cubren una amplia gama de áreas y cómo abordarlas también es muy complicado. Por un lado, se establece la exclusión absoluta de las pruebas de discursos ilegales. La prueba verbal ilegal se refiere a las confesiones de sospechosos y acusados de delitos obtenidas por medios ilegales, como la tortura, y los testimonios de testigos y declaraciones de las víctimas obtenidos por medios ilegales, como la violencia y las amenazas. Por otro lado, la exclusión condicional de la evidencia física es cierta. En teoría, sigue siendo controvertido si se deben excluir las pruebas físicas ilegales. Las exclusiones rara vez se excluyen en la práctica judicial. Para estandarizar las actividades de recopilación de pruebas y garantizar la imparcialidad en el manejo del caso, en esta etapa debe limitarse la eficacia de las pruebas físicas y documentales obtenidas ilegalmente, es decir, aquellas pruebas físicas y documentales que no cumplan con los procedimientos legales y puedan que afecten gravemente a la equidad judicial deben corregirse o explicarse razonablemente; de lo contrario, no pueden servir de base para finalizar la decisión. Pero ¿qué es exactamente lo que “afecta gravemente la administración de justicia”? Se necesitan más explicaciones por parte de las autoridades competentes.
En segundo lugar, se aclara la responsabilidad inicial de las partes de solicitar el inicio del proceso de investigación de la legalidad de la prueba durante la etapa de juicio. Aunque la carga de la prueba sobre la legalidad de la confesión previa al juicio del acusado recae sobre la fiscalía, las partes que inician este procedimiento en la etapa del juicio deben soportar la carga de la prueba inicial, es decir, deben proporcionar pistas pertinentes o materiales de prueba recopilados a través de métodos ilegales. Para evitar ser irresponsables de la legalidad de la prueba e iniciar arbitrariamente el proceso de "juicio".
En tercer lugar, se aclara que corresponde al demandante soportar la carga de la prueba y el correspondiente estándar de prueba para la legalidad de la recolección de pruebas. En el proceso penal, corresponde al ministerio público la carga de la prueba de que el imputado cometió un delito, y también corresponde la carga de la prueba de que las pruebas se obtuvieron legalmente para las pistas o materiales recopilados por las partes, sus defensores, y agentes litigantes. Si el fiscal no presenta pruebas o las pruebas aportadas son falsas, insuficientes e insuficientes para eliminar dudas razonables, asumirá las consecuencias legales y la responsabilidad si las pruebas son insuficientes para probar los hechos delictivos alegados.
En cuarto lugar, se aclara la cuestión de los investigadores u otro personal que testifique ante el tribunal. En los juicios, es muy difícil verificar si existe recolección ilegal de pruebas, como tortura para obtener confesiones. De acuerdo con estas dos disposiciones, después de la revisión, si el tribunal tiene dudas sobre la legalidad de la confesión previa al juicio del acusado, el fiscal deberá proporcionar al tribunal la transcripción del interrogatorio, las grabaciones de audio y vídeo originales del proceso de interrogatorio, u otras pruebas, y Solicitar al tribunal que notifique a otras personas presentes en el interrogatorio o Otros testigos subieron al estrado. Si no se puede descartar la sospecha de haber obtenido una confesión mediante tortura, el tribunal debe exigir que el interrogador comparezca ante el tribunal para testificar y demostrar la legitimidad de la confesión. Si el fiscal no puede comparecer ante el tribunal para testificar, puede recomendar que el tribunal aplace el juicio. La Ley de Procedimiento Penal de 2012 absorbió el contenido anterior y estableció un sistema para que los investigadores u otro personal testifiquen ante el tribunal bajo la premisa de que las pruebas existentes no pueden probar la legalidad de la recopilación de pruebas. Esta disposición no sólo evita la frecuente exigencia de que los investigadores estén presentes, sino que también garantiza que puedan testificar ante el tribunal cuando sea necesario, lo que ayuda a determinar de manera conveniente y efectiva la legalidad de la adquisición de pruebas.