Buscar una película en la que la protagonista sea Alice, una chica europea y americana, da un poco de miedo. El contenido incluía una iglesia, un pastor y un hombre gordo y calvo que quería insultarla.
El incidente comenzó con la horrible experiencia de Emily (Jennifer Carpenter), estudiante universitaria de 19 años. Mientras dormía en el dormitorio de la universidad, sintió que un espíritu maligno la estaba invadiendo, y luego sucedieron cosas más impactantes, una tras otra. Emily era inusualmente inusual. Sus ojos se pusieron negros y actuó de manera extraña. Vive todo el día en la inquietante pesadilla de los espíritus malignos. Emily no podía controlar su voluntad y sentía dolor. Su familia le buscó un psiquiatra, pero no hubo mejoría. Desesperado, el sacerdote (interpretado por Tom Wilkinson) fue invitado a averiguarlo, pero descubrió que Emily había sido poseída por seis espíritus malignos en la antigüedad. Fue perseguida por varios demonios y solo pudo escapar mediante exorcismo mediante rituales religiosos.
El exorcismo de Dios Padre no salvó a Emily y generó acusaciones. Los ateos creen que la presencia de espíritus malignos es una tontería.