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¿Cuáles son los síntomas de la amigdalitis? ¿Cómo proteger?

Las amígdalas son la “barrera natural” del cuerpo y la “primera línea de defensa” contra las enfermedades respiratorias. Las amígdalas son grandes tejidos linfoides distribuidos por toda la faringe y son una importante línea de defensa y eliminación de microorganismos patógenos que ingresan por la boca y la nariz. La amigdalitis puede provocar resfriados recurrentes e inflamación respiratoria, e incluso alergias y asma.

¿Cuáles son los síntomas de la amigdalitis? El síntoma principal de la amigdalitis es el dolor faríngeo, que puede ir acompañado de síntomas como sequedad de garganta y picazón en la garganta. También puede causar dificultad para tragar y dificultad para respirar. Además, también se incluyen síntomas sistémicos como fiebre, vómitos e indigestión.

Síntomas locales

Los pacientes con amigdalitis tendrán dolor de garganta, que suele aparecer cuando se resfrían o se resfrían. Hay manchas blancas o de color amarillo claro en las amígdalas y también pueden aparecer síntomas como sequedad de garganta, picazón de garganta, mal aliento y sensación de cuerpo extraño en la garganta.

Síntomas generales

La amigdalitis tiene síntomas de fiebre, y los niños también pueden presentar síntomas como vómitos, estreñimiento y convulsiones. Cuando se tragan secreciones inflamatorias, pueden irritar el tracto gastrointestinal y provocar síntomas como indigestión, pérdida de peso, pérdida de apetito y dolores de cabeza.

¿Qué causa la amigdalitis? La fosa amigdalina es el lugar donde es más probable que se acumulen bacterias y productos metabólicos. Siempre que la humedad y la temperatura sean las adecuadas, es fácil infectarse. Las amígdalas son la puerta de entrada al tracto respiratorio, donde las bacterias y los virus de las cavidades bucal y nasal invaden por primera vez. La amigdalitis se produce fácilmente cuando la resistencia del cuerpo es baja, como en los niños, los pacientes con enfermedades crónicas y los trabajadores con estrés mental excesivo. Las personas con una constitución débil, o las personas con un yang de riñón débil, tendrán una deficiencia excesiva de fuego y provocarán un agrandamiento de las amígdalas. La inflamación de los órganos y tejidos cercanos, como la enfermedad de la garganta, la enfermedad nasal y la enfermedad del oído, puede hacer que la inflamación se extienda a las amígdalas y provoque amigdalitis. Otras enfermedades del cuerpo, como la inflamación aguda y crónica, como la bronquitis, la traqueítis, la neumonía y la desnutrición, también pueden provocar fácilmente amigdalitis. La amigdalitis persistente puede provocar hipertrofia de las amígdalas y amigdalitis crónica. A pesar de los antibióticos, es posible que las amígdalas se infecten nuevamente. Las bacterias y los virus suelen ser la causa subyacente de la amigdalitis, siendo el estreptococo el patógeno más común. Los factores estacionales, normalmente la aparición de amigdalitis, también están relacionados con la estación. Por ejemplo, cuando cambian las estaciones, la temperatura fluctúa demasiado, lo que provoca una inmunidad anormal y, finalmente, amigdalitis. Comer demasiados alimentos picantes, como los chiles, puede provocar la rotura de los vasos sanguíneos periluminales, lo que provoca una infección y luego amigdalitis. Después de sufrir amigdalitis, acompañada de enfermedades crónicas como rinitis, sinusitis, faringitis y nasofaringitis, la amigdalitis es fácil de recaer. Cuando se padece amigdalitis, si existen algunos factores que reducen la inmunidad, como el frío, la humedad, el cansancio, la desnutrición, el frío, etc. , la amigdalitis reaparecerá. Medidas para prevenir la amigdalitis: en la vida diaria, se debe prestar atención al descanso regular, garantizar un descanso adecuado, evitar el esfuerzo excesivo y no quedarse despierto hasta tarde después de la aparición de la enfermedad. Es importante desarrollar buenos hábitos de vida, garantizar un tiempo de sueño adecuado, cambiarse de ropa a tiempo cuando cambia el clima y eliminar el aire húmedo del interior. Para los niños enfermos, es necesario desarrollar buenos hábitos de no ser quisquillosos con la comida y no comer en exceso.

Presta atención a una dieta saludable, evita comer alimentos ácidos e irritantes y presta atención a los alimentos líquidos en tu dieta diaria. Prevenir diversas enfermedades infecciosas y epidemias. Los alimentos líquidos o semilíquidos y las personas con fiebre alta pueden utilizar un baño de alcohol para ayudar a refrescarse. Si se descubre una infección otorrinolaringológica, trátela de inmediato.

Mantenga un buen humor en la vida, esté tranquilo, relájese, haga ejercicio con regularidad, mantenga ventilación interior y no se siente en la oficina durante largos períodos de tiempo. Siga haciendo ejercicio para mejorar la resistencia de su cuerpo a las enfermedades, no se esfuerce demasiado y tómese un descanso cuando se sienta cansado.

¿Cómo tratar la amigdalitis? En general, se refiere a la mucosa de las amígdalas, el tejido circundante de la mucosa, una infección bacteriana o una infección viral. Si se encuentra en fase aguda y se acompaña de síntomas sistémicos, como dolor de cabeza, escalofríos, fiebre, odinofagia, disfagia, etc., lo mejor es utilizar antibióticos como tratamiento.

Si no hay síntomas sistémicos y se trata de una simple amigdalitis, se pueden ingerir alimentos fríos para aliviar el calor. No comer alimentos picantes. Hacer gárgaras con agua salada. Puede tomar algún medicamento patentado chino para aliviar el calor. Generalmente se puede curar. Si el efecto después del tratamiento no es bueno, vaya al hospital para recibir tratamiento rápidamente para evitar retrasar la afección.