Controversia sobre los canguros boxeadores en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2010.
Esta decisión del Comité Olímpico Internacional generó posteriormente muchas críticas, incluida la viceprimera ministra australiana Julia Gillard (Julia Gillard), quien dejó claro que apoyaba a los atletas y dijo que el Comité Olímpico Internacional ordenó la decisión de retirar la bandera es "absurda". Más tarde, el equipo australiano decidió que no se arriaría la bandera a menos que se recibiera una notificación formal por escrito.
El 8 de febrero de 2010, el presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, y el presidente del Comité Olímpico Australiano, John Coates, se reunieron y decidieron que la bandera canguro podía permanecer en su lugar. Coates dijo: "El Comité Olímpico Internacional tiene una política clara de anfitrión para proteger los derechos comerciales de los patrocinadores, pero en este caso, Australia no quiere tenderle una trampa al Comité Olímpico Internacional y al Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver 2010". "El COI tiene una política de sedes limpias para proteger los derechos comerciales de sus patrocinadores, pero está claro que Australia no está intentando tender una emboscada al COI o al Comité Olímpico de Vanuatu esta vez.)