La política religiosa de nuestro país es
La connotación de libertad de creencias religiosas;
1. La religión debe operar dentro del alcance de la constitución, las leyes y las políticas. Los ciudadanos tienen la obligación de respetar la Constitución y las leyes mientras ejercen su derecho a la libertad de creencias religiosas.
2. Todas las religiones son iguales. El budismo, el taoísmo, el islam, el catolicismo y el cristianismo en China son todos iguales ante la ley, independientemente del número de creyentes o del tamaño de su influencia, y no existe una religión dominante.
3. Separación de religión y poder estatal. Según este principio, nadie puede utilizar la religión para interferir en la gestión del país, ni en el poder judicial, las escuelas y la educación social; nadie podrá interferir en el matrimonio, la planificación familiar, etc.
4. Los grupos religiosos y los asuntos religiosos no están sujetos a control extranjero. Los asuntos religiosos en China son administrados por los propios chinos y no están sujetos a interferencia o control externo. Este se ha convertido en un principio seguido por todas las religiones en China.
5. El ateísmo y el teísmo se respetan mutuamente. Nadie debe acudir a actividades religiosas para promover el ateísmo, ni debatir si existe Dios entre los creyentes religiosos sin la aprobación de los departamentos gubernamentales competentes, ninguna organización religiosa y los creyentes religiosos no pueden predicar, predicar, promover el teísmo, distribuir folletos religiosos; o publicar otra literatura religiosa.
Base jurídica:
Constitución de la República Popular China
Artículo 36 Los ciudadanos de la República Popular China tienen libertad de creencias religiosas. Ninguna agencia estatal, grupo social o individuo podrá obligar a los ciudadanos a creer o no creer en una religión, ni podrá discriminar a los ciudadanos que crean o no crean en una religión. El Estado protege las actividades religiosas normales. Nadie puede utilizar la religión para participar en actividades que perturben el orden social, perjudiquen la salud de los ciudadanos o interfieran con el sistema educativo nacional. Los grupos religiosos y los asuntos religiosos no están sujetos a control extranjero.