Mis padres crecieron en una clase numerosa que amaba su ciudad natal. La respuesta que me dieron fue que fuera educado, sensato, acostarse a tiempo, comer, ordenar, prestar atención a la higiene y ser considerado.
Cada niño es diferente. Los padres deben prestar atención a sus propios comentarios y actuar con seriedad. En cierta medida, se trata también de una cooperación con las guarderías y su objetivo es garantizar un futuro mejor para los niños. La retroalimentación también es muy oportuna. Los padres deben prestar atención a la puntualidad de la retroalimentación de la información. La retroalimentación de la información debe ser oportuna y ser un problema actual para que el jardín de infantes pueda resolverlo y mejorarlo de manera oportuna.
Datos ampliados:
La educación de los niños no es sólo responsabilidad de las escuelas y los profesores, sino también de la influencia del entorno familiar y de los padres sobre los niños. La retroalimentación permite a los maestros comprender el entorno familiar y los antecedentes de cada niño en el hogar, y tiene la función de intercambiar información, no solo eso, la retroalimentación es permitir que las escuelas utilicen la información y las condiciones para formular mejores planes de enseñanza, promoviendo así el crecimiento de los niños;
Cuando un niño pasa exitosamente de la clase media, demuestra que tiene un sentido de independencia y puede cuidar de sí mismo. En este momento, los niños también necesitan actividades de mayor nivel, por lo que cuando los niños están en clases numerosas, debemos prestar atención a que los niños disfruten aprendiendo.
Establece un objetivo principal para tu hijo cada mes. Por ejemplo, este mes sólo nos centraremos en cultivar el hábito de los niños de acostarse temprano y levantarse temprano, o el hábito de la limpieza y la higiene.
Los padres aprenden los conocimientos correspondientes sobre educación familiar. Luego de fijar la meta, los padres necesitan saber cómo guiar a sus hijos para lograr este hábito, por lo que es necesario aprender algunos conocimientos relevantes. Como comunicación, reglas, relación entre padres e hijos, etc.
Mantén conversaciones sencillas todas las noches. En el proceso de formación de hábitos, los niños necesitan retroalimentación de sus padres. Si tienen razón, es necesario confirmarlo. Si se equivocan, deben volver a ajustarse. Insista en registrarse y comunicarse todos los días, para que los niños puedan tener una sensación de victoria con este pequeño detalle de acostumbrarse día tras día. Con el tiempo, no solo cultiva los hábitos de los niños, sino que también cultiva la confianza en sí mismos y la autodisciplina de los niños.