El espíritu es omnipotente, sin él no se puede hacer nada.
②La conciencia puede responder a cosas objetivas. La conciencia que refleja correctamente las cosas objetivas puede promover el desarrollo de las cosas objetivas; la conciencia que distorsiona y refleja las cosas objetivas obstaculiza el desarrollo de las cosas objetivas. Por tanto, nada se puede hacer sin espíritu. Debemos prestar atención al papel de la conciencia. Preste atención a la fortaleza espiritual, establezca ideologías correctas y supere las ideologías equivocadas.
③La conciencia está determinada por la materia. Hay materia en el mundo antes que la conciencia, y la conciencia es un reflejo de la materia. No importa cuán grande sea la reacción de la conciencia, siempre está restringida por condiciones materiales objetivas. En última instancia, está determinada por las condiciones materiales. Luego el espíritu no puede ser omnipotente.
El punto diferenciador de este tema reside en examinar la relación dialéctica entre materia y conciencia. Por un lado, debemos reconocer el poder y el papel rector del espíritu; por otro, debemos ver el efecto restrictivo del espíritu sobre la aceptación de la materia, lo que demuestra que el espíritu no puede ser omnipotente.