¿Es el vuelo supersónico más rápido que una bala?
Se puede ver que la velocidad del avión de combate es muy rápida, comparable a la velocidad de la cabina de expulsión auxiliar. Cuando la velocidad del avión alcanza Mach 0,9, el fuselaje experimentará algunas vibraciones y ruidos causados por la fricción del aire. Una vez que rompas la barrera del sonido, habrá un silencio total porque tú habrás dejado atrás el sonido. Si se aumenta aún más la velocidad, acercándose a 3 veces la velocidad del sonido, se encontrará un nuevo obstáculo, que es la barrera térmica. Por supuesto, la premisa es que el avión está volando en la atmósfera. La barrera térmica es una barrera de alta temperatura causada por una intensa fricción entre el fuselaje y los bordes de ataque del ala y la atmósfera, que puede alcanzar los 350 grados Celsius. El efecto de calentamiento neumático es muy significativo y es una prueba de la calidad del cuerpo. Por lo tanto, algunos aviones utilizan una aleación de titanio como revestimiento del fuselaje para resistir las barreras térmicas y mejorar la resistencia del fuselaje.
El vuelo supersónico no es exclusivo de los aviones, los coches también pueden viajar a velocidades supersónicas. Ingenieros británicos han desarrollado un coche supersónico, bautizado como "bloodhound", que se espera que alcance una velocidad de 1.610 kilómetros por hora, aproximadamente Mach 1,3. Desde su apariencia, el automóvil supersónico parece de ciencia ficción. La carrocería baja se ajusta al diseño aerodinámico. La unidad de potencia es un megamotor de lanzamiento y un motor de respiración de aire utilizado en los aviones de combate. Evidentemente, para que un coche circule a velocidades supersónicas en tierra, la dificultad de superarlo es mucho mayor que la de un avión supersónico, y puede ocurrir un accidente si no se tiene cuidado.
Si es sorprendente que un automóvil pueda volar a velocidades supersónicas, entonces es aún más sorprendente que el cuerpo humano pueda volar a velocidades supersónicas sin depender de la energía. Para lograr el vuelo supersónico del cuerpo humano, el piloto austriaco Felix Baumgartner saltó desde una altitud de 12.000 pies, o 37.000 metros, y logró un vuelo supersónico en caída libre, con una velocidad de 1.342 kilómetros. Esta es la primera vez que los humanos logran un vuelo supersónico en caída libre sin fuerza externa.