Principios razonables
1. Legalidad
Es decir, las actuaciones administrativas realizadas por los sujetos administrativos deben estar motivadas subjetivamente y ser objetivamente coherentes con fines legítimos.
En segundo lugar, el equilibrio
Es decir, cuando los sujetos administrativos optan por realizar determinadas actuaciones administrativas, deben prestar atención al equilibrio entre derechos y obligaciones, daños personales e intereses sociales, intereses personales. y el equilibrio de los intereses colectivos nacionales.
En tercer lugar, la racionalidad emocional
Es decir, los sujetos administrativos deben cumplir con leyes objetivas y ser racionales a la hora de realizar actuaciones administrativas. No podemos exigir a la contraparte administrativa que asuma sus obligaciones por motivos de incapacidad de cumplimiento o incumplimiento de contrato.
Ámbito de aplicación administrativa
1, es decir, el principio de racionalidad administrativa debe reflejarse en las actuaciones administrativas judiciales. En otras palabras, el principio de racionalidad debe y debe implementarse sobre la premisa de que las acciones administrativas son legales. Sin la legitimidad de las acciones administrativas, el principio de racionalidad de dichas acciones administrativas estaría fuera de discusión. No se puede enfatizar el principio de racionalidad de las acciones administrativas independientemente de si las acciones administrativas son legales o no. Razonable significa razonable dentro del ámbito legal.
2. Según sus características establecidas, el principio de racionalidad administrativa se aplica tanto a las actuaciones administrativas específicas como a las actuaciones administrativas abstractas. Porque no sólo las acciones administrativas específicas deben ser razonables, sino que también las leyes y reglamentos, incluidas las decisiones y órdenes administrativas generalmente vinculantes, deben ser razonables.