El pensamiento jurídico más destacado en "El mercader de Venecia" de Shakespeare es ().
El concepto jurídico más destacado en “El Mercader de Venecia” es el espíritu de contrato, que se refiere a la forma de acuerdo firmado por ambas partes de forma voluntaria y que debe cumplirse.
La trama principal de "El mercader de Venecia" gira en torno a la disputa por un préstamo entre el comerciante veneciano Antonio y el usurero judío Shylock. El buen amigo de Antonio, Bassanio, le pidió dinero prestado a Antonio para proponerle matrimonio a Porcia, la hija de un hombre rico. Sin embargo, Antonio no pudo conseguir tanto dinero para ayudar a su buen amigo, por lo que tuvo que ponerse en contacto con Shylock, un rico hombre de negocios judío, y pedirle prestado. dinero de Shylock.
Debido a que Shylock era hostil a Antonio, cuando las dos partes firmaron un contrato de préstamo, Shylock le pidió a Antonio que usara su barco mercante como hipoteca. Si el barco mercante no puede ser devuelto cuando expire, Antonio debe pagar el importe. deuda por cuenta del buque mercante. Para ayudar a su buen amigo, Antonio, un hombre bondadoso y recto, accedió al pedido de Shylock.
En esta trama, el contrato firmado por Antonio y Shylock es un contrato privado, que tiene efectos jurídicos absolutos y tiene cierta relación con la religión en la que creen. Como cristiano devoto, Antonio tomó muy en serio este acuerdo.
Este espíritu contractual se había convertido en un concepto jurídico convencional en aquel momento y tenía cierta aplicabilidad jurídica. Siempre que el contrato se firme de forma voluntaria por ambas partes, se reconocerá a nivel legal si el contenido del contrato es razonable.