¿Cuál es la teoría del fuego de Heráclito?
Sin embargo, este es un error común. Este malentendido se debe al hecho de que posteriormente la gente perdió la perspectiva única de Heráclito sobre la observación de las cosas. Creo que fue esta visión única la que le permitió a Heráclito no solo observar estos cambios cuando estaba inmerso en el flujo constante, los cambios, las disputas y las oposiciones en el mundo de los vivos, sino también captar los aspectos más sutiles y sutiles contenidos en los cambios. Algo más intrínseco, algo más profundo, y hablar de ello una y otra vez como algo fundamentalmente importante. Pero más tarde la gente se alejó de esta perspectiva, por lo que sólo pudieron entender a Heráclito de forma externa y superficial. Por ejemplo, al igual que los estoicos, entienden la filosofía de Heráclito desde la perspectiva de una cosmología o filosofía natural cambiante y la utilizan como su propio recurso ideológico.
Por supuesto, para Heráclito no hay duda de que el mundo se encuentra en un estado de cambio, contienda y oposición, pero esto no es lo más importante. Lo que más importa es lo que está presente e impulsa los cambios, controversias y oposiciones del mundo. ¿Qué es esto? Decimos que esto no es más que el “logos” propuesto creativamente por Heráclito. Heráclito alguna vez le dio diferentes nombres en diferentes lugares, como "uno", "dios", "alma" y "sabiduría". Precisamente porque lo que le importa a Heráclito no es el cambio, sino las cosas más sutiles del cambio. Por lo tanto, frente a los eruditos que son famosos por su diversidad de conocimientos, Heráclito dijo estas palabras que invitan a la reflexión: "El aprendizaje no enseña a las personas a tener cerebro; porque (de lo contrario) ha enseñado a Hesíodo y Pitágoras, y a Jenófanes y Hécate" (Parte 40) Esta frase es muy típica. Esto es suficiente para mostrar que para Heráclito captar más no es sabiduría, sino algo más importante en el interior. Sólo comprendiendo este punto un erudito puede tener un cerebro, o en otras palabras, tener un cerebro. Asimismo, en otro lugar, Heráclito dice: "Si no me escuchas a mí sino al Logos, estarás de acuerdo en que todo es uno. Esto es sabiduría".