¡Pida al tribunal que dé un veredicto justo, pague las deudas de sangre con sangre, haga justicia a los fallecidos y respete la ley!
Si matas a un malo, mueres. Por tanto, matar a alguien para pagar su vida no es más que un pensamiento cínico y no tiene nada que ver con la dignidad de la ley.
El artículo 232 de la Ley Penal impondrá la pena de muerte, cadena perpetua o prisión de duración determinada no menor de diez años, si las circunstancias son relativamente menores, la persona será condenada a duración determinada; pena de prisión no menor de tres años ni mayor de diez años.