El concepto y características de los activos
El concepto de activos: Los activos se refieren a recursos económicos que pertenecen o están controlados por una empresa o un individuo y que pueden medirse en moneda. Estos recursos pueden ser materiales o intangibles, como marcas y patentes. Son la base material para que las empresas o los individuos realicen actividades de producción y operación y sobrevivan y se desarrollen.
Características de los activos: Los activos deben ser mensurables. Esto significa que el activo debe tener un valor económico que pueda expresarse en términos monetarios. Los activos deben ser controlables. Esto significa que la empresa o el individuo deben tener control real sobre el activo, incluida la propiedad o los derechos de uso. Los activos deben ser recursos que puedan aportar beneficios económicos futuros a la empresa o al individuo a cambio.
Esto significa que los activos no son sólo recursos que pertenecen o están controlados por una empresa o un individuo, sino que también tienen un valor de intercambio potencial y pueden aportar beneficios económicos a la empresa o al individuo en el futuro. Los activos deben ser mensurables en términos monetarios. Esto se debe a que el valor de un activo debe poder medirse y registrarse en términos monetarios. Los activos deben ser recursos que puedan generar beneficios económicos futuros. Esto significa que el activo no sólo tiene valor ahora, sino que también puede aportar beneficios financieros a la empresa o al individuo en el futuro.
Método de clasificación de los activos:
1. Según la forma: los activos se pueden dividir en activos tangibles y activos intangibles. Los activos tangibles se refieren a activos con forma física, como edificios, maquinaria y equipo, inventario, etc. Los activos intangibles se refieren a activos sin forma material, como derechos de patente, derechos de marca, derechos de uso de la tierra, etc.
2. Según su naturaleza: los activos se pueden dividir en activos corrientes y activos no corrientes. Los activos corrientes se refieren a activos que pueden convertirse en efectivo o consumirse dentro de un año, como efectivo, inventario, cuentas por cobrar, etc. Los activos no corrientes se refieren a activos que no pueden convertirse en efectivo ni consumirse dentro de un año, como activos fijos, activos intangibles e inversiones a largo plazo.
3. Por fuente: Los activos se pueden dividir en activos propios y activos arrendados. Los activos de propiedad se refieren a activos de propiedad de una empresa o un individuo. Los activos en arrendamiento se refieren a activos arrendados por empresas o individuos, incluidos los arrendamientos operativos y los arrendamientos financieros.
4. Según finalidad: los activos se pueden dividir en activos productivos y activos no productivos. Los activos productivos se refieren a activos que sirven directamente al proceso de producción, como maquinaria y equipo, inventario, etc. Los activos no productivos se refieren a activos que no sirven directamente al proceso de producción, como material de oficina, vehículos, etc.
5. Por valor: Los activos se pueden dividir en activos de alto valor y activos de bajo valor. Los activos de alto valor se refieren a activos de mayor valor, como metales preciosos, obras de arte, etc. Los activos de bajo valor se refieren a activos de menor valor, como artículos de primera necesidad, acciones ordinarias, etc.