La startup británica Viritech está desarrollando un superdeportivo propulsado por hidrógeno de 1.100 caballos de fuerza.
Se llama Apricale, del latín Apricus, que significa "tocado por el sol". Aunque es más adecuado para coches que funcionan con energía solar, se eligió el nombre porque aproximadamente el 73% de las estrellas en el centro de nuestro sistema solar están compuestas de hidrógeno.
Para los fabricantes que desarrollan superdeportivos eléctricos, una de las principales razones para elegir la energía de la batería como arma preferida es que dichos paquetes de energía pueden integrarse fácilmente en el chasis.
Las pilas de combustible están conectadas a grandes tanques de alta presión que almacenan hidrógeno, pero son demasiado pesadas e inestables para este tipo de vehículos. Viritech dice que su solución es un revolucionario recipiente a presión compuesto de grafeno liviano que puede usarse como componente estructural del chasis monocasco Apricale. El diseño pendiente de patente se utilizará para otros fines, como almacenar oxígeno y nitrógeno para diversos fines.
Si bien la compañía reveló que el tren motriz será capaz de producir 1.100 caballos de fuerza, no se han revelado otros detalles.