Una trabajadora sanitaria de 51 años pide prestados cientos de libros cada año para estudiar por su cuenta. Que piensas de esta aproximación? ¿Vale la pena aprender?
Esta trabajadora sanitaria de 51 años pide prestados cientos de libros cada año para estudiar por su cuenta.
Creo que todos los que nunca han ido a la universidad tienen un sueño universitario en su corazón. En las noticias que vi en los últimos días, se mencionó a un trabajador sanitario de 51 años. Se inscribió en exámenes de autoaprendizaje todos los años pidiendo prestados libros y aprobó tres exámenes. A sus 51 años, muchas personas ya están contentas con la situación actual, pero este trabajador sanitario de 51 años tuvo el coraje de inscribirse en el autoexamen para poder cumplir su sueño.
Cuando las personas llegan a la mediana edad, sus sueños de ganarse la vida se ven destruidos. Ésta es la situación actual de muchas personas de mediana edad. Sin embargo, este trabajador sanitario de 51 años, después de trabajar para ganarse la vida, puede pedir prestados libros y leer muchos libros sólo para cumplir su sueño universitario. Esto es algo grandioso. Mucha gente hoy en día no tiene este espíritu competitivo.
Esta trabajadora sanitaria de 51 años se gana la vida trabajando y su sueño es dejar el trabajo.
Muchos internautas no entienden del todo los pensamientos del trabajador sanitario. Todo el mundo piensa que a esta edad no hay necesidad de pagar nada por el llamado sueño. El trabajo diario ya es bastante difícil sin tener la energía para perseguir tus sueños. Pero el trabajador sanitario de 51 años no lo cree así. El trabajo de saneamiento ambiental es un medio de vida para ella, porque después de todo tiene que vivir, pero después del trabajo, es el momento de luchar por sus sueños y también es el momento de que sus sueños florezcan.
Esta tía ha estado estudiando en la biblioteca después de salir del trabajo. Durante ocho años, casi todos los años ha pedido prestados muchos libros de estudio y materiales de la biblioteca. Si no podía encontrarlo en la biblioteca, lo compraría ella misma. Esto no es más que luchar por su sueño universitario.
¿Cuántos jóvenes hoy pueden tener este tipo de espíritu de trabajadores sanitarios que buscan conocimiento sin importar si llueve o brilla? Incluso si llegamos a la mediana edad, mientras tengamos la edad para soñar, no lo lograremos. una excusa para que no trabajemos duro.