1. El entorno político y económico de China (tanto desde la perspectiva internacional como interna)
El éxito o el fracaso de la crisis financiera de China puede conducir directamente al patrón final de la crisis financiera global. Al igual que la competencia actual del mercado, tarde o temprano pasará de débil a fuerte. La inversión extranjera seguramente acelerará su entrada en nuestras “tierras agrícolas baldías” de manera ordenada. Ese no es el caso de la política. Seguimos intimidando a los débiles y temiendo a los fuertes. Ahora el mundo se ha dado cuenta claramente de que para mostrar sus músculos en la arena política no necesariamente es necesario tener una fuerte fortaleza económica, sino que también se necesitan recursos. No hace falta decir que las reservas de metales raros de China son básicamente las primeras del mundo (a excepción del petróleo). Si no sucede nada más, los recursos del mundo se agotarán, ya sea cuando estalle una guerra mundial o cuando la Tierra esté al borde de la destrucción. Ahora muchos países del mundo se han dado cuenta claramente de esto, por lo que el estatus de China está en constante mejora.
Nuestro rol ha ido cambiando poco a poco, de escuchar a los demás a escuchar las opiniones de los demás.
¿Nacional? Éste es un poco vago.
Personalmente creo que no tomará mucho tiempo recuperar pacíficamente la provincia de Taiwán. Si tuviéramos que usar la fuerza, creo que sería un desperdicio. China definitivamente acelerará la recuperación de la provincia de Taiwán para expandir nuestras aguas territoriales y explorar recursos de los fondos marinos más profundos.
De economía no hay nada que decir, ¿verdad? El escenario de la prosperidad… jaja, de hecho, todavía somos ricos y pobres.
¡La polarización seguramente será el mayor dolor de cabeza del país en los próximos 10 años!