Después de 28 años de vida ilícita, los internautas de ambos lados no pueden separarse entre sí. ¿Se puede hablar sin escrúpulos en Internet?
En primer lugar, debemos saber que Internet no es un lugar imposible y también debemos cumplir con ciertas leyes y reglas en Internet. Hemos visto el poder del discurso en línea en muchos casos, especialmente cuando muchas personas se hacen eco de algunas opiniones, es fácil formar una opinión pública muy poderosa, lo que tiene un gran impacto en las partes involucradas. Muchas veces ignoramos el poder de la opinión pública. En realidad, esta es una idea muy equivocada.
Las opiniones públicas a menudo son creadas por algunos internautas sin pensar y confiando en su propio entusiasmo, pero no sabemos cuánto impacto tendrán tales comentarios. Muchas personas han quedado devastadas por la violencia en línea. Algunas personas simplemente no entienden lo que está pasando e infligen ciberviolencia a otros al ritmo de otras personas, sin saber que han caído en la trampa de otra persona. Las víctimas de la violencia son atacadas por estos comentarios en línea y abusadas por seres humanos, y les resulta muy fácil hacer cosas irracionales. Como resultado, algunas personas tuvieron pensamientos suicidas.
Internet es originalmente un canal para expandir nuestra comunicación, pero muchas personas lo consideran un depósito de basura, pensando que pueden hablar libremente en Internet si no los encuentran detrás de la pantalla. Pero no saben que Internet también se rige por normas y leyes, y que un discurso inapropiado puede dar lugar a responsabilidad civil y penal. Por tanto, no debemos subestimar el poder de Internet y debemos tomar precauciones. No sólo eres responsable de ti mismo, sino que también lo eres de los demás.
La limpieza del entorno de la red requiere el mantenimiento voluntario de cada internauta. Debe regular su comportamiento en línea, aprender y comprender la ley, ser cauteloso en sus palabras y hechos, mejorar conscientemente sus cualidades morales y legales en línea y resistir conscientemente comportamientos que dañen la civilización y la moralidad en línea.