Red de Respuestas Legales - Derecho empresarial - 1. En el análisis de ratios financieros, ¿qué se utiliza para medir la relación entre riesgo y rendimiento?

1. En el análisis de ratios financieros, ¿qué se utiliza para medir la relación entre riesgo y rendimiento?

El principal beneficio de los ratios financieros comúnmente utilizados es que pueden eliminar el impacto de la escala y se utilizan para comparar los rendimientos y riesgos de diferentes empresas, ayudando así a inversores y acreedores a tomar decisiones racionales. Puede evaluar cambios en los ingresos de una inversión entre años y también puede comparar diferentes empresas de una determinada industria en un momento determinado. Dado que diferentes tomadores de decisiones tienen diferentes necesidades de información, las técnicas analíticas utilizadas también son diferentes. En términos generales, se utilizan tres ratios para medir la relación entre riesgo y rendimiento:

1. Solvencia:

Solvencia a corto plazo: la solvencia a corto plazo se refiere a la solvencia a corto plazo de la empresa. Solvencia Capacidad de pagar deuda a corto plazo. Una solvencia insuficiente a corto plazo no sólo afectará la situación crediticia de la empresa, aumentará el coste y la dificultad de recaudar fondos en el futuro, sino que también puede provocar que la empresa caiga en una crisis financiera o incluso en la quiebra. En términos generales, una empresa debería utilizar activos corrientes para pagar pasivos corrientes en lugar de vender activos a largo plazo, por lo que la relación cuantitativa entre activos corrientes y pasivos corrientes se utiliza para medir la solvencia a corto plazo.

Solvencia a largo plazo: La solvencia a largo plazo se refiere a la capacidad de la empresa para pagar intereses y principal a largo plazo. En términos generales, las empresas toman prestado deuda a largo plazo principalmente para inversiones a largo plazo, por lo que es mejor utilizar los ingresos generados por la inversión para pagar los intereses y el principal. La solvencia a largo plazo de una empresa suele medirse mediante dos indicadores: el ratio de endeudamiento y el múltiplo de ingresos por intereses.

2. Capacidad operativa:

La capacidad operativa es una medida de la eficiencia de la utilización de los activos de una empresa en función de la velocidad de rotación de sus diversos activos. Cuanto más rápida sea la velocidad de rotación, más rápido entrarán los activos de la empresa en producción, ventas y otros eslabones operativos, más corto será el ciclo de generación de ingresos y ganancias y, naturalmente, mayor será la eficiencia operativa.

3. Rentabilidad:

La rentabilidad es la preocupación central de todas las partes y la clave para el éxito o el fracaso de una empresa. Sólo con rentabilidad a largo plazo una empresa puede lograr una sostenibilidad real. desarrollo. Por ello, tanto inversores como acreedores conceden gran importancia al ratio que refleja la rentabilidad de la empresa.

5. Análisis del flujo de caja

En el análisis de ratios financieros, no se considera el flujo de caja. Ya hemos hablado antes de la importancia del flujo de caja para una empresa. Veamos más de cerca cómo analizar el flujo de caja. Hay dos aspectos a considerar al analizar el flujo de caja. Un aspecto es la cantidad de flujo de efectivo. Si el flujo de efectivo total de la empresa es positivo, significa que la entrada de efectivo de la empresa puede satisfacer las necesidades de salida de efectivo. Sin embargo, ¿cómo garantiza una empresa sus necesidades de salida de efectivo? Esto depende de la relación entre los distintos componentes de su flujo de caja.

Otro aspecto es la calidad del flujo de caja. Esto incluye las fluctuaciones del flujo de efectivo, la gestión corporativa, por ejemplo, si los ingresos por ventas están creciendo demasiado rápido, si el inventario está desactualizado o se mueve lentamente, qué tan recuperables son las cuentas por cobrar, si varios controles de costos son efectivos, etc. Finalmente, está el entorno empresarial en el que opera la empresa, como las perspectivas de la industria, la competencia dentro de la industria, el ciclo de vida del producto, etc. Todos estos factores afectan la capacidad de una empresa para generar flujos de efectivo futuros.