¿Por qué no puedes comer cabezas de salmón?
1. Malestar gastrointestinal: Las cabezas de salmón son mariscos y contienen ingredientes como espinas de pescado que no se digieren fácilmente. Si come demasiado, provocará una irritación adversa en la mucosa gastrointestinal. Especialmente las personas con indigestión gastrointestinal y constitución débil tienen más probabilidades de sufrir dolor abdominal y otros síntomas incómodos.
2. Alergia: La cabeza de salmón es un tipo de cabello, y las personas sensibles a él tienen más probabilidades de tener reacciones alérgicas, como sarpullido, náuseas, molestias orofaríngeas, etc. Si las mujeres embarazadas pueden comer cabezas de salmón, se recomienda consultar a un médico.
3. Otros: El salmón es un pez de aguas profundas y en la superficie de su cabeza se pueden adherir algunas bacterias patógenas, parásitos y otras sustancias nocivas. Se debe lavar y cocinar antes de comer para evitar comer cabezas de salmón poco cocidas, lo que puede provocar molestias gastrointestinales.
Consejos para comprar cabezas de salmón
1 Puedes comprobar si las branquias son de color rojo brillante. Cuanto más oscuro sea el color, más tiempo se almacenará y más tiempo se dorará.
2. Puedes ver si los ojos del pescado están húmedos, profundos o demasiado salientes, lo que significa que no es el más fresco.
3. Huele el olor. Los rancios tendrán un olor fuerte y serán fáciles de distinguir.