En términos generales, es necesario dominar varias leyes.
Desde la perspectiva de la vida personal y familiar, debemos comprender la Ley de Matrimonio (incluidas tres interpretaciones judiciales), la Ley de Contrato de Trabajo, la Ley de Arbitraje Laboral y la Ley de Sucesiones.
Desde la perspectiva de los asuntos personales y organizacionales, es necesario tener ciertos conocimientos de derecho contractual.
Desde una perspectiva de conflicto, es bueno tener algunos conocimientos de derecho penal, pero en realidad, una visión general de la justicia y el sentido común son suficientes.