Matar a un ruiseñor: la temperatura de la ley
Director: Robert Mulligan
Protagonistas: Gregory Peck/John Megna/Frank Overton/ Rosemary Murphy/Ruth White
La película Está contada con la voz de un niño y trae cálidos recuerdos de la infancia, pero esto es sólo la superficie. Hay justicia legal o discriminación racial detrás de esta película. El abogado de Parker fue elegido como el primer héroe de la pantalla grande en la centenaria historia de la película.
En la localidad de Maycomb, al sur de Estados Unidos, vivía un padre y sus dos hijos. Aunque su esposa falleció, la familia todavía es feliz y el padre es estricto y cariñoso con sus hijos. Mi padre defendió a un hombre negro, pero en esa época de grave discriminación racial, la ley era débil. Incluso ante pruebas irrefutables, el hombre negro no podía limpiar su nombre.
Toda dignidad de la ley reside en el respeto a la vida y la perseverancia en la prueba. Sin vida no hay justicia jurídica y sin pruebas no hay justicia jurídica.
Lo que más me impresionó de esta obra fue que el padre permitía que sus hijos lo llamaran por su nombre de pila. Este "padre" podría haber sido un mentor y un amigo útil en el camino de crecimiento de sus hijos. El contraste entre la infancia inocente y el pueblo gris y oscuro es fuerte, pero también cálido, debido a la existencia de Attic Finch, un padre que permite que sus hijos lo llamen por su nombre. Como abogado, su grandeza es como la luz del sol, cálida y omnipresente.
Envidio a esa niña. Tiene un hermano que la protege, un amigo con ideas afines, un padre amoroso, una niñera que la cuida y un vecino armonioso. Incluso en la oscuridad, hay extraños amables. Este mundo es peligroso, pero sus familiares y amigos construyeron un mundo hermoso para ella, le enseñaron etiqueta, le dijeron el bien y el mal y la guiaron a crecer. Vive feliz en este tranquilo pueblo y su futuro debe ser el de una mujer amable.