Cinco cosas increíbles que los científicos pueden hacer a partir de residuos plásticos.
Los científicos que trabajan en el reciclaje de plástico descubren constantemente nuevas formas de utilizar los plásticos de desecho, desde convertirlos en aerogeles útiles o combustibles utilizables. Cinco cosas increíbles que hicieron con desechos plásticos.
El equipo de I+D de la Universidad Estatal de Washington dirigido por el profesor asociado Lei Hanwu ha logrado un avance emocionante. Han descubierto una manera de descomponer el polietileno de baja densidad (LDPE) de las bolsas de plástico y botellas de agua de desecho en partículas del tamaño de arroz y convertirlas en combustible para aviones. El método consiste en colocar las partículas sobre un lecho de carbón activado en un llamado reactor tubular. Tanto el carbono como el plástico se calientan hasta una temperatura máxima de 571_C, lo que hace que se descompongan térmicamente, liberando el contenido de hidrógeno almacenado en el plástico. El resultado es una gama de hidrocarburos que, en teoría, podrían utilizarse para fabricar combustible para aviones.
En 2017, un equipo de investigación construyó un reactor de pirólisis semiportátil para convertir el plástico en una variedad de combustibles para vehículos. Puede instalarse en un sistema móvil en la parte trasera de un camión o barco y realizar esta conversión de plástico en movimiento. Los investigadores utilizaron un nuevo tipo de catalizador para lograr esta pirólisis miniaturizada. Dicen que el catalizador puede descomponer rápidamente los desechos plásticos en combustible diesel que puede usarse sin refinamiento adicional. Aunque este sistema es pequeño, se traga 10.000 libras de plástico de desecho cada día.
La fabricación de productos químicos es un proceso que requiere muchos recursos y en el que se gastan grandes cantidades de energía intentando eliminar moléculas no deseadas de los líquidos. A principios de este año, científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah en Arabia Saudita comenzaron a usar plástico PET, primero disolviéndolo y luego usando solventes especiales para reconstruirlo en membranas planas. El equipo probó diferentes versiones de esta nueva película de plástico reciclado y perfeccionó su diseño añadiendo polímeros adicionales. Los filtros más adecuados para eliminar moléculas de líquidos tienen tamaños de poro de 35 a 100 nanómetros y no sólo pueden manejar productos químicos agresivos sino que también se centran en aplicaciones en el campo de la filtración de agua.
Científicos de la Universidad Nacional de Singapur han desvelado un aerogel elaborado a partir de botellas de plástico desechadas que podría utilizarse como máscara para filtrar partículas de polvo. Para ello, los científicos moldearon fibras de plástico PET y luego las recubrieron con sílice. Luego, las fibras se tratan químicamente para que se hinchen y se sequen hasta formar un aerogel ligero, poroso y suave. Este aerogel podría utilizarse para diversos fines, incluida la insonorización o la filtración de polvo en edificios.
El equipo de investigación descubrió que si los aerogeles estuvieran recubiertos con un compuesto, serían siete veces más efectivos para absorber derrames de petróleo que los materiales comerciales. El equipo obtuvo una patente para la tecnología y, tras publicar los resultados de la investigación, comenzó a buscar socios industriales para comercializar la tecnología.
Como material, los nanotubos de carbono tienen amplias perspectivas de aplicación en medicina, ingeniería marina, desactivación de bombas y otros campos. Ya en 2013, científicos de la Universidad de Adelaida (Australia) intentaron crear nanotubos de carbono depositando capas de carbono en los poros de películas de óxido de aluminio. Cuando los investigadores utilizaron etanol como fuente de carbono para el experimento, un miembro del equipo descubrió que cualquier fuente de carbono funcionaría, incluido el carbono de las bolsas de plástico. De hecho, esta forma de carbono construye nanotubos de carbono de manera más eficiente que el etanol, y los científicos no necesitan catalizadores ni solventes tóxicos para ayudar a construir nanotubos de carbono.
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