Reflexiones sobre elementos en reservas naturales
El artículo que leí responde exactamente a esta pregunta: las reservas naturales no son un "paraíso" para los animales y la situación actual es mucho menos optimista de lo que la gente piensa. Un estudio publicado en la revista Science muestra que un tercio de las áreas protegidas del mundo están actualmente gravemente perturbadas por actividades humanas. Aunque el estatus de las reservas naturales ha llegado al punto de que "hablar de protección sin hábitat es sólo vandalismo", la gente se da cuenta de que esto fue hace sólo un siglo. En 2018, mi país había establecido 2.750 reservas naturales con una superficie total de casi 1,5 millones de hectáreas, lo que representa el 14,8% de la superficie terrestre del país.
La huella de la vida humana, incluida la construcción y la recuperación, ha ejercido cierta presión sobre las reservas naturales. Sólo 10 áreas están completamente libres de interferencia humana, y estas áreas se concentran principalmente en la "tierra de nadie" de alta latitud y gran altitud de Rusia y Canadá. Sin embargo, cuando la gente recurre a estas zonas para extraer recursos, pocos lugares quedan indemnes. Al mismo tiempo, nuestras áreas protegidas existentes se están recreando y desarrollando en hábitats originales de plantas y animales. Aunque tienen beneficios de conservación a largo plazo, el daño en esta etapa es inevitable si no hemos explorado un modelo de desarrollo armonioso.
Como se menciona en el artículo, estamos atrapados en el dilema de "más protección, más desarrollo". Tomemos como ejemplo el Parque Nacional Yuze, protegido anualmente en China. Después de que se estableció la Reserva Natural de Sanjiangyuan, el lugar se hizo famoso. Llegaron muchos turistas, tirando basura y pisoteándolo, lo que aceleró la degradación de las montañas nevadas. Dejó de funcionar en abril de 2018. Es una lástima que queramos inspirar la conciencia de la gente sobre la conservación a través del hermoso paisaje de la reserva, pero la falta de medidas de apoyo y de conciencia nacional ha causado un daño mayor. Se dice que la ley es el fundamento de la moralidad. Incluso con leyes y regulaciones estrictas como el Reglamento de Reservas Naturales, los daños a las reservas naturales siguen siendo muy graves. Se puede observar que, sin restricciones internas, no basta con basarse únicamente en la ley. En esta etapa, la conciencia de que el oro y la plata son sólo agua verde y montañas verdes ha dado paso al concepto de priorizar el desarrollo económico.
No hay espectadores ante el deterioro de las reservas naturales, todos somos perpetradores. Podemos seguir esperando que las reservas naturales nos ayuden a proteger especies raras, pero el alcance de su función protectora depende en última instancia de nosotros. Sólo cuando todo el mundo lo ame y esté dispuesto a invertir recursos podrá desempeñar su papel más importante.