Red de Respuestas Legales - Directorio de abogados - Los deseos de vida se legalizarán por primera vez: los pacientes deberían tener la última palabra sobre los cuidados al final de la vida. ¿Apoya usted esta ley unificada?

Los deseos de vida se legalizarán por primera vez: los pacientes deberían tener la última palabra sobre los cuidados al final de la vida. ¿Apoya usted esta ley unificada?

¿Dónde está Shénzhen? ¿El derecho a morir? Es bueno ser audaz en línea. ¿Cuál es la ley si el paciente realiza un pedido anticipado? ¿No hacer rescates innecesarios? Tanto los familiares como el hospital deben respetar esto y permitir que los pacientes decidan sus propias vidas y pasen la última parte de sus vidas en paz. Se puede decir que esta ley no sólo es una buena noticia para los pacientes, sino también liberadora para los familiares y seres queridos, al tiempo que reduce el desperdicio de recursos médicos.

Para los pacientes, cuando la enfermedad llega a la etapa terminal, muchos tratamientos sólo desempeñan un papel a corto plazo en el mantenimiento de la vida. A menudo vemos pacientes en el hospital que tienen tubos o utilizan resucitadores cardíacos y sistemas de apoyo a enfermedades. En ese momento, los pacientes estaban flacos, incapaces de hablar, algunos tenían la conciencia confusa e incluso si estaban conscientes, no podían expresarse. Es doloroso soportar pasivamente un trato sin sentido. Ahora, con esta normativa, los pacientes pueden concertar una cita con el médico con antelación y decidir si necesitan estas reanimaciones antes de morir, garantizando así que el paciente se vaya tranquilo y digno.

También supone un alivio para los familiares y allegados de los pacientes. Muchas veces, sé que ese tratamiento no tiene sentido para el paciente y que éste tendrá que soportar más dolor. Sin embargo, temo que cuando el paciente esté muriendo, abandonaré el tratamiento, perderé la última esperanza y dejaré arrepentimientos en mi corazón. O tal vez tienen miedo de ser acusados ​​por personas externas de ser reacios a gastar dinero y de tener fama de poco filiales. Si no tomas la iniciativa cuando tienes muchos hijos, tendrás miedo de convertirte en el tema de conversación de otra persona. Ahora que el poder de decisión ha sido transferido al paciente, no hay preocupación por la familia.

A menudo podemos ver en la vida real que, aunque sabemos que cualquier tratamiento es impotente, seguimos insistiendo en el tratamiento. Esto no sólo supone una pesada carga financiera para los familiares y hace que los pacientes se sientan miserables, sino que también desperdicia hasta cierto punto recursos médicos limitados. Ahora, los pacientes pueden deshacerse del dolor lo antes posible, sus familias ya no enfrentan dilemas y los hospitales pueden utilizar mano de obra y recursos materiales limitados para los pacientes que realmente necesitan tratamiento.