Los orígenes normativos del derecho civil romano
El derecho romano alcanzó su apogeo durante la época del Principado. Este avance tardío se debió en parte a la extensión de la ley a una jurisdicción más amplia, que abarca no sólo las vidas y propiedades de los extranjeros que viven en el extranjero, sino también a los ciudadanos italianos. Pero la razón principal fue que Augusto y sus sucesores autorizaron a varios juristas eminentes a expresar sus opiniones sobre disputas legales en los juicios. A principios del siglo II y III, aparecieron en Roma cinco juristas famosos: Cayo, Babiniano, Paulo, Ulpiano y Modestino. El emperador romano promulgó una vez una ley de citación, que estipulaba que siempre que surja una cuestión jurídica que no esté claramente prevista en la ley estatutaria, debe resolverse de acuerdo con sus obras. Debido a que el derecho romano se desarrolló bajo la influencia de los juristas, constaba de tres ramas: derecho civil, derecho civil y derecho natural. El derecho civil era básicamente el derecho de Roma y sus ciudadanos. Como derecho civil, existe tanto en forma escrita como no escrita, incluidos decretos del Senado, órdenes del jefe de estado, anuncios del canciller y algunas costumbres antiguas con efecto legal. Por supuesto, esto también incluye las Doce Tablas de Bronce.