¿Cómo pueden protegerse las mujeres divorciadas?
El primer punto es que las mujeres deben aprender a ser independientes. Lo que quiero decir con independencia es múltiple. Si una mujer quiere tener voz y voto en su matrimonio, debe ser total o casi financieramente independiente. Una mujer sólo puede mantenerse a sí misma cuando habla y lucha por sus derechos, su espalda puede estar recta y su voz es lo suficientemente fuerte. Imagínese si una mujer dependiera completamente de otra persona en casa. Para decirlo amablemente, este es el cariño del hombre por ella y ella quiere "apoyarte por el resto de su vida". Pero si un día el hombre que una vez dijo que te apoyaría por el resto de su vida se cansa y cambia de opinión, ¿cómo puede una mujer sin recursos económicos mantenerse a sí misma? Sólo rogando por misericordia.
La independencia financiera no significa trazar una línea clara con el otro cónyuge, ni significa anteponer todos los asuntos relacionados con la propiedad por encima del propio matrimonio. Simplemente hace que la mujer sea igual al hombre financieramente, de modo que una vez que el matrimonio se rompa, la mujer pueda irse con gracia sin preocuparse por su futuro. En mi opinión, no obstaculiza la relación matrimonial, pero es una garantía importante para un matrimonio armonioso y feliz.
Además de ser independiente económicamente, la mujer también debe ser independiente en personalidad. Después de casarse, muchas mujeres eligen ser la mujercita detrás de sus hombres. No hay nada malo en eso. La elección de cada uno es diferente y debemos respetarla. Sin embargo, lo que debo decir es que incluso si se trata de una mujer joven que está dispuesta a casarse, la mujer y su esposo deben respetar la personalidad del otro, entenderse y apoyarse mutuamente, y nunca perder su dignidad adorando ciegamente. entre sí.
Una mujer no debe escuchar a un hombre. Debe tener su propia opinión y respetarlo, pero no debe inclinarse ante él y mucho menos hacerlo sentir como una mascota encarcelada. Se divierten cuando están felices y son indiferentes cuando están infelices. Las mujeres deben hacer saber a los hombres que ambas partes son personas iguales e independientes y que necesitan respeto y comprensión mutuos. Nadie necesita obedecer a la otra parte.
El segundo punto es que la mujer debe tener su propia carrera y su propio proyecto de vida. Muchos de nosotros damos por sentado que la vida de una mujer es tener un buen hogar, encontrar una buena familia para casarse y ser pareja en su vida. Parece que las mujeres nacen con esta misión. Pero quiero decir que esta idea es completamente errónea. Las mujeres deberían tener sus propias vidas. Las mujeres pueden abandonar temporalmente sus carreras después del matrimonio y centrarse en sus hijos y su familia, pero después del período de transición, todavía tienen que perseguir sus sueños nuevamente o encontrar y mantener sus pasatiempos.
Las mujeres deben aprender a organizar sus vidas de manera racional y enriquecerlas, en lugar de quedarse todo el día con sus maridos e hijos. La comunicación con sus maridos no se trata sólo de las necesidades diarias de leña, arroz, aceite, sal, vinagre y té. Una mujer verdaderamente inteligente sabe estar conectada con la sociedad en todo momento y no dejarse abandonar por los tiempos.