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Los accionistas pueden retirar sus acciones, pero ¿puede la empresa comprarlas?

Una vez constituida la empresa, los accionistas no pueden retirar sus acciones y sólo pueden transferirlas de conformidad con la ley. En varias circunstancias legales, los accionistas pueden exigir a la empresa que compre sus acciones, pero esto no es una retirada de acciones, sino una transferencia de acciones en un sentido específico.

Cuando los accionistas se retiran de la empresa, pueden optar por transferir su aportación de capital o obligar a la empresa a comprar acciones (también llamado recompra de acciones de la empresa). La transferencia de aportación de capital (es decir, la transferencia de capital) se divide en transferencia interna y transferencia externa.

Una sociedad podrá adquirir acciones propias en cualquiera de las siguientes circunstancias:

(1) Reducir el capital social de la sociedad.

(2) Fusionarse con otras empresas que poseen acciones de la empresa;

(3) Usar las acciones para planes de propiedad de acciones para empleados o incentivos de capital;

( 4) Los accionistas no estén de acuerdo con la resolución de fusión o escisión tomada por la junta de accionistas y requieran que la empresa adquiera sus acciones;

(5) Utilizar las acciones para convertir bonos corporativos de la empresa cotizada que pueden convertirse en acciones.

(6) La necesidad de que las empresas cotizadas salvaguarden su propio valor y los derechos de sus accionistas.

Base jurídica

El artículo 142 de la "Ley de Sociedades" estipula que una empresa no podrá comprar sus propias acciones. Sin embargo, se hacen excepciones bajo una de las siguientes circunstancias:

(1) Reducción del capital social de la empresa.

(2) Fusionarse con otras empresas que poseen acciones de la empresa;

(3) Usar las acciones para planes de propiedad de acciones para empleados o incentivos de capital;

( 4) Los accionistas no estén de acuerdo con la resolución de fusión o escisión tomada por la junta de accionistas y requieran que la empresa adquiera sus acciones;

(5) Utilizar las acciones para convertir bonos corporativos de la empresa cotizada que pueden convertirse en acciones.

(6) La necesidad de que las empresas cotizadas salvaguarden su propio valor y los derechos de sus accionistas.