Derechos de patente de medicamentos de investigación
A finales de los años 70, Pliva desarrolló un nuevo antibiótico: la azitromicina. Desde las etapas iniciales de los experimentos, la azitromicina demostró ser un antibiótico extremadamente eficaz, caracterizado por su mayor tiempo de permanencia en los tejidos animales que otros antibióticos similares. Años de investigación han permitido a Pliva desarrollar un fármaco con gran potencial y gran valor. Sin embargo, en ese momento, la industria farmacéutica croata era, en el mejor de los casos, un actor menor en comparación con las compañías farmacéuticas globales dominantes, careciendo del capital necesario para ingresar a los mercados internacionales y obtener ganancias sustanciales de los exitosos resultados de sus investigaciones científicas.
En 1981, Priva obtuvo los derechos de patente mundial de la azitromicina, incluso en Estados Unidos. En aquel momento, el fármaco aún se encontraba en fase experimental y aún no había sido aprobado por las autoridades sanitarias. Los científicos de Pfizer tropezaron con la patente de Pliva mientras buscaban en la base de datos de la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos y se dieron cuenta del potencial del antibiótico. Como uno de los mayores fabricantes de medicamentos de EE. UU. con representantes de ventas en todo el mundo, Pfizer proporciona a Pliva un canal ideal para comercializar su antibiótico. Las negociaciones entre las dos compañías farmacéuticas culminaron en un acuerdo de licencia por el cual ambas compañías farmacéuticas e incluso el público en general podrían beneficiarse de la comercialización de un potente antibiótico.
Según este acuerdo, Pfizer tiene derecho a vender azitromicina a nivel mundial. Pliva se reserva el derecho de comercializar el producto en Europa Central y del Este bajo su propia marca (Sumamed) y recibe regalías por las ventas de Pfizer. Hoy en día, Zithromax, la marca registrada por Pfizer para la azitromicina, se ha convertido en la marca de antibióticos más vendida en Estados Unidos, con ventas anuales que superan los 654.380 millones de dólares. Para Pliva Pharmaceuticals, que no es nada comparado con el licenciatario Pfizer, el acuerdo de licencia representa un gran avance en los ingresos anuales, lo que le permitirá ampliar sus actividades de investigación científica. Hoy en día, Priva es la empresa farmacéutica más grande de Croacia y se encuentra entre las principales empresas farmacéuticas de Europa Central y del Este en términos de ventas.
Este caso demuestra claramente que incluso las pequeñas empresas farmacéuticas pueden beneficiarse de una fuerte protección de patentes y buenas políticas comerciales. Las empresas que invierten mucho en I+D acabarán descubriendo que utilizar el sistema de propiedad intelectual es un medio importante para comercializar los resultados de sus investigaciones científicas y abrir canales de mercado de larga distancia aparentemente inalcanzables.