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La importancia de los museos rurales

La importancia del museo rural es embellecer el paisaje del campo y contribuir al campo cada vez más "hermoso".

Aproveche esto como una oportunidad para aprovechar la moda del turismo rural para atraer a más residentes urbanos para que vengan y "visiten aquí". Al tiempo que amplía los horizontes y enriquece la vida espiritual de los residentes urbanos, también ayuda a que el campo pase de ser "hermoso" a "rico".

Los museos rurales generados por la "moda de los museos culturales" son una valiosa riqueza espiritual para la mayoría de los niños y jóvenes. Ya sean del campo o de la ciudad, los niños de hoy saben poco o nada sobre la cultura tradicional, especialmente la cultura agrícola tradicional.

Al visitar el museo rural, no solo aprendieron sobre muchas costumbres, sino que también obtuvieron una comprensión más realista de las dificultades de la producción agrícola. En este sentido, los museos rurales que han surgido como hongos después de una lluvia son también recursos para que orientemos y eduquemos a los niños para que crezcan sana e integralmente, cultivando y fortaleciendo así su carácter moral de valorar la comida, respetar la naturaleza y respetar el trabajo. .

Todo esto es para inyectar continuamente poder a la revitalización rural desde diferentes ángulos. Para ello, si bien damos gran importancia a la construcción de museos rurales, también debemos basarnos en los recursos locales, aprovecharlos al máximo y evitar ser iguales, para que cada museo rural no sólo brille, sino que también tiene su propio estilo y demuestra plenamente su encanto único.

Historia del desarrollo del Museo del Pueblo:

Esta pequeña iglesia nació durante la época más tiránica del Imperio Otomano y también fue testigo de la abolición de la esclavitud. Se puede decir que Rumania resistió la agresión extranjera. Un símbolo de la lucha por la independencia y la liberación nacional. La granja más antigua del museo es la casa de un próspero granjero que fue trasladado desde el condado de Satumare.

Fue construida en la década de 1650 y es íntegramente de estructura de madera. Es alta y espaciosa, con cumbrera puntiaguda y techo inclinado. Es cálida en invierno y fresca en verano. casa de campo a prueba en las montañas de los Cárpatos. En la casa de madera hay una sala de recepción bien amueblada, con gruesas alfombras rumanas en el suelo y coloridos tapices colgados en las paredes. En el dormitorio de la derecha se expone la dote preparada por la anfitriona para su hija. Las camisas florales, las faldas largas, las bufandas de lana y los chalecos de cuero tienen motivos de alondras y flores bordados con hilos de oro y plata y la mano de obra es exquisita e ingeniosa.