¿Por qué no comer carne durante mucho tiempo aumenta el riesgo de depresión? ¿Sabes qué otros comportamientos también aumentan tu riesgo de depresión?
¿De dónde provienen los datos de la investigación?
Entre los 14.216 participantes de entre 35 y 74 años, la depresión era más común. Una dieta sin carne se asoció positivamente con episodios depresivos en los últimos siete días, siendo aproximadamente el doble el número de episodios depresivos entre los consumidores de carne. Después de ajustar por factores de confusión, las personas que no comían carne tenían un 165% más de probabilidades de sufrir depresión que las que comían carne. La ingesta diaria de energía, proteínas, lípidos, ácidos grasos omega-3, vitamina B6, vitamina B12, vitamina D, hierro y zinc fue baja.
No comer carne aquí se refiere principalmente a nunca o rara vez comer carne roja (como carne de res deshuesada o deshuesada), pollo (como pechuga de pollo, pollo frito) dentro de los 65,438+02 meses y pollo cocido), cerdo , despojos (como hígado o callos), embutidos (como hamburguesa, jamón y tocino) y mariscos (como pescado frito, sardinas/atún y camarones/).
¿Cuál es la conexión entre comer carne y la depresión?
Esto puede deberse a una menor ingesta de nutrientes importantes para la salud mental (como ácidos grasos omega-3, vitaminas B12, B6 y D, hierro y zinc), cuyas deficiencias pueden promover la depresión. aparición de enfermedades mentales. Además, un estudio de 2022 encontró que las mujeres vegetarianas tenían un mayor riesgo de fracturas de cadera que las que comían carne.
Este estudio nos recuerda que una dieta variada es más beneficiosa para la salud, especialmente las mujeres no deben negarse a comer carne por pérdida de peso, de lo contrario no solo puede afectar la salud física, sino también aumentar el riesgo de sufrir enfermedades mentales. enfermedad. ?
No se conocen las causas exactas de la depresión, pero ¿qué factores aumentan su riesgo?
Algunos problemas pueden tener un impacto negativo en la autoestima: la obesidad, los problemas con los compañeros, el acoso crónico o los problemas académicos.
Ser víctima o testigo de violencia: Ser abusado física o sexualmente.
Tiene otras afecciones de salud mental: trastorno bipolar, trastorno de ansiedad, trastorno de personalidad, anorexia o bulimia.
Sufres de problemas de aprendizaje o trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
Sufres de dolores persistentes o enfermedades físicas crónicas: SIDA, diabetes, asma.
Tener determinados rasgos de personalidad, como baja autoestima o sobredependencia, autocrítica o pesimismo.
El abuso de alcohol, nicotina u otras drogas
Los antecedentes familiares y los problemas con miembros de la familia u otras personas también pueden aumentar el riesgo de depresión:
Disfunción familiar, familia Hay muchas contradicciones.
La depresión es una enfermedad, esto no es hipocresía. Necesitamos afrontarlo y, por supuesto, no debemos tener miedo. Siempre lo superaremos.