¿Quién inventó el acero inoxidable?
Los primeros en darse cuenta de que el acero inoxidable tiene resistencia a la corrosión fueron dos científicos alemanes, Monnatz y Bolster. Monnatz recibió en 1911 una patente para la producción de acero inoxidable en Alemania. Sin embargo, cuando se trata del verdadero inventor del acero inoxidable, Monnatz parece inferior al metalúrgico británico Henry Brearley.
Durante la Primera Guerra Mundial, Brearley recibió el encargo del Arsenal Militar del Gobierno Británico de estudiar la mejora de las armas. En aquella época, la guerra requería una gran cantidad de armas, pero debido a limitaciones técnicas, los ánimas de los rifles utilizados por los soldados eran extremadamente fáciles de desgastar y oxidar. Entonces Brearley quería inventar una aleación de acero que no fuera propensa a desgastarse ni a oxidarse. Posteriormente, añadió varios elementos al acero y realizó varios experimentos. Sin embargo, muchos experimentos no lograron los resultados deseados. Una vez mezcló cromo con materias primas para la fabricación de acero. Cuando salió el nuevo material, tenía una apariencia brillante y muy atractiva. Felizmente convirtió el acero en cañones de armas. Desafortunadamente, el acero era tan frágil que "se hizo pedazos" en la primera prueba de cocción.
Brearley descubrió en la pila de chatarra oxidada que la mayor parte de la chatarra estaba corroída y que solo unos pocos trozos de tubos de acero mezclados con cromo aún estaban brillantes. Este descubrimiento sorprendió a Brearley, que rápidamente recogió estos "tesoros" y los estudió en detalle.
A través de análisis de pruebas, se descubrió que estos aceros al cromo no son fáciles de fundir a pesar de estar expuestos al sol y la lluvia, y no tienen "miedo" a los ácidos y álcalis como el acero común. Debido a que el acero al cromo era demasiado frágil y costoso para fabricar cañones de armas, Brearley introdujo este acero inoxidable en una fábrica de vajillas y produjo varios cuchillos, tenedores, etc. de acero inoxidable, lo que hizo del acero inoxidable una sensación inmediata en Europa. En 1916, Brearley obtuvo la patente del acero inoxidable y la gente también lo respetaba como el "padre del acero inoxidable".