¿Qué pasará si malcrías a tu hijo a toda costa?
En primer lugar, el exceso de indulgencia hará que los niños sean egocéntricos y no tengan en cuenta los sentimientos de los demás. Los padres saben que han dado todo su amor a sus hijos, por lo que los niños no necesitan interactuar con sus compañeros. Si un niño sufre un pequeño agravio en el proceso de interactuar con un compañero, acudirá indiscriminadamente al hijo de la otra parte sin conocer la verdadera causa del asunto. Los niños que han sido educados durante mucho tiempo solo buscarán la satisfacción del autoconocimiento y carecerán de sinceridad en el trato a los demás, y mucho menos de los sentimientos de los demás, y no podrán distinguir el bien del mal.
Segundo punto, si mimas demasiado a tus hijos, perderán su capacidad de ser independientes. Cuando los padres miman demasiado a sus hijos, los privan a todos de la oportunidad de ser independientes. Si las cosas siguen así, los niños perderán su capacidad de ser independientes y los adultos lo harán todo.
El tercer punto es que si mimas demasiado a tus hijos, su capacidad para soportar el estrés empeorará. No importa lo que el niño quiera, los padres lo satisfacerán de inmediato. Esto sólo hará que los niños sientan que todo se puede obtener fácilmente y les falte la motivación para luchar por la vida. La indulgencia a largo plazo conducirá a una disminución en la capacidad de los niños para resistir la frustración y se sentirán abrumados al encontrarse con las cosas más pequeñas de la vida, o sus emociones se volverán muy inestables.
En cuarto lugar, mimar demasiado a los niños hará que formen malos hábitos y hagan lo que quieran. Mientras al niño le guste, hazlo. Por ejemplo, el niño se salta comidas, utiliza bocadillos como sustituto de las comidas o patea animales pequeños. Los padres harán la vista gorda y no lo detendrán. Siempre la mimarán. Los mimos prolongados harán que los niños desarrollen malos hábitos.
En el proceso de educar a los niños, los padres, como padres, aman a sus hijos, pero deben recordar no malcriarlos demasiado. Cuando un niño comete algunos errores debemos corregirlos a tiempo y ayudarlo a corregirlos. Si encuentra algunos problemas que no se pueden resolver, debe brindar orientación y ayuda oportunas.