Las funciones antifalsificación profesionales también se denominan antifalsificación de segunda línea.
Existen muchos tipos de funciones profesionales antifalsificación, incluidas, entre otras, las siguientes:
Propiedades ópticas: uso de sustancias o efectos ópticos especiales, como el efecto óptico de cambio de color, Microestructura óptica, reacción infrarroja/UV, etc. , la autenticidad del producto se puede verificar mediante observación o pruebas instrumentales.
Características químicas: Utilizando componentes químicos o marcadores especiales, como tintes y trazadores fluorescentes, se puede determinar la autenticidad del producto mediante análisis químicos o verificación de reactivos.
Características físicas: las características diseñadas utilizando principios físicos, como micropatrones, texturas especiales, patrones invisibles, etc., deben observarse e identificarse con la ayuda de microscopios, instrumentos infrarrojos y otros equipos.
Identificación biométrica: medidas antifalsificación basadas en características biológicas, como marcadores de ADN, características estructurales biológicas, etc. , para verificar la autenticidad del producto mediante análisis o pruebas biológicas.
Funciones digitales: utilice criptografía, marcas de agua digitales y otras tecnologías para incorporar información antifalsificación en el producto o su embalaje, que puede verificarse e identificarse mediante escaneo y decodificación.
Estas funciones profesionales antifalsificación suelen requerir tecnología y equipos avanzados para su detección, lo que dificulta que los consumidores comunes las observen o juzguen directamente. Mejoran eficazmente las capacidades de los productos contra la falsificación, ayudan a combatir los productos falsificados y de mala calidad y protegen los derechos e intereses legítimos de los consumidores.