Hay dos razones por las que las empresas exigen que los empleados posean acciones y realicen un análisis personal.
1. La propiedad accionaria de los empleados permite a los empleados actuar como propietarios directos de la empresa y no simplemente como trabajadores, lo que aumenta su sentido de pertenencia y les permite desarrollar plenamente su potencial.
2. Una vez que los empleados poseen acciones, sus intereses están directamente vinculados a la empresa, lo que aumenta el entusiasmo de los empleados. Además, la propiedad de acciones por parte de los empleados también puede generar rendimientos reales del capital para los empleados, lo que supone un valor añadido para los empleados.