En la vida de una sociedad, y en la nuestra, llega un momento en que la ley se vuelve obsoleta y debe dejarse de lado.
Literalmente: en la vida social, en mi propia vida, llega un momento en que las leyes se vuelven obsoletas y deberíamos abandonarlas.
En otras palabras, la ley no puede medir todo en la vida y la sociedad.
No todo puede estar sujeto a la ley, y no todo puede ser resuelto por la ley...
Está bien...