El entorno externo se refiere a factores externos que tienen un impacto potencial en el desempeño organizacional, el cual se divide en
Entre ellos, los factores políticos incluyen las políticas gubernamentales, la estabilidad política y las relaciones internacionales. La estabilidad política puede proporcionar un buen entorno de desarrollo para las organizaciones, mientras que un entorno político inestable puede traer incertidumbre y riesgos a las organizaciones. Los factores económicos incluyen inflación, tasas de interés, tipos de cambio, políticas fiscales, etc. La situación económica afecta directamente la rentabilidad y la competitividad en el mercado de una organización.
Los factores sociales incluyen la estructura de la población, los valores culturales, el estilo de vida, etc. Los diferentes orígenes socioculturales tendrán un impacto en la demanda de productos y servicios de una organización. Los factores técnicos incluyen el desarrollo tecnológico, la innovación y la competencia. Los avances tecnológicos y las innovaciones pueden traer nuevas oportunidades y desafíos a las organizaciones. Los factores legales incluyen leyes y regulaciones, protección de la propiedad intelectual, etc. Las operaciones comerciales legales y conformes son la garantía para el desarrollo a largo plazo de una organización.
Los factores ambientales incluyen el entorno natural, el estado de los recursos, la protección del medio ambiente, etc. La solución a los problemas ambientales afectará directamente las actividades productivas y comerciales de la organización.
En resumen, el entorno externo tiene un impacto importante en el desempeño de la organización. Las organizaciones deben prestar mucha atención a los cambios en el entorno externo y ajustar rápidamente sus estrategias y modelos operativos para adaptarse a los cambios en el entorno externo y mejorar el desempeño.