Red de Respuestas Legales - Derecho de bienes - Tengo muchas ganas de volver a mi infancia, fotos antiguas llenas de recuerdos de los años 1970 y 1980.

Tengo muchas ganas de volver a mi infancia, fotos antiguas llenas de recuerdos de los años 1970 y 1980.

¡Ver estas fotos antiguas de los años 1970 y 1980 está lleno de recuerdos!

La felicidad de la infancia era muy sencilla. Cuando sea mayor, ¡estos días felices se desvanecerán gradualmente! Si pudiera volver a esa noche de verano cuando las cigarras cantaban, ¿lo harías?

De camino al colegio, sin camiseta y desnudos, los alumnos de primaria caminaban de la mano en pequeños grupos. Cada niño tenía canicas de vidrio, sacos de arena y piedras en sus bolsillos. Encontró un lugar con poca gente y jugó un rato. La felicidad está más allá de las palabras.

En aquella época no había parques de atracciones ni juguetes varios, pero mientras tuvieras amigos podías volverte loco todo el día.

¡Una botella de refresco puede durar muchos días!

Lo que más espero en verano es comer una paleta de cinco centavos. ¡El hombre que vendía paletas en su bicicleta fue una vez una vista única en verano!

Lo primero que hice al llegar a casa del colegio fue mover un banco y sentarme junto a la pared a hacer los deberes. No necesito que un adulto me presione para hacerlo bien. Tenía miedo de que cuando fuera a la escuela, mi maestra me hiciera agacharme contra la pared.

La comida en la cafetería de la escuela es deliciosa de todos modos. En aquella época se utilizaban cuencos de porcelana extranjera y loncheras de acero inoxidable.

Cuando hacía ejercicios oculares, abría los ojos en secreto y fingía cerrarlos cuando llegaba el profesor.

Cuando era niño, tenía muchas ganas de ser policía y muchas veces imitaba a los policías de turno. Como era demasiado bajo, tenía que subirme a un taburete pequeño.

Después de la escuela, fui a ayudar a mi madre a vender nueces y comí algunas en secreto.

Estaba jugando al escondite con unos amigos, pero nadie me encontró después de esconderme durante mucho tiempo. Se hizo de noche y tuve que regresar a oscuras, siempre con miedo de que algo se escapara en el camino.

Llovió y pocas personas trajeron impermeables, por lo que corrieron a casa descalzos bajo la lluvia.

Hoy somos ricos en cosas materiales, pero extremadamente vacíos en nuestro corazón. Si pudiéramos volver a nuestra infancia, apreciaríamos estas alegrías simples y puras. Estas fotos antiguas son recuerdos de la infancia a los que nunca podremos volver, ¡solo podemos recordar!