¿De quién es el problema de que las mujeres no quieran ser llamadas “mujeres”?
Muchas personas a las que no les gusta la palabra "mujer" tienen el mismo motivo: suena vieja.
¿Cuenta lo que suena, dicen los detractores? Según la ley, una "mujer" es una mujer mayor de 14 años, y los diccionarios también definen "mujer" como un término general para mujeres adultas. La definición está aquí, tenemos que seguir nuestros sentimientos. ¿No se trata simplemente de un doble desconocimiento de la ley y del idioma, sumado a la discriminación contra las mujeres mayores?
Si realmente estamos hablando de derecho, terminología académica u otras situaciones profesionales, entonces el problema está realmente resuelto, se ha dado la definición, sólo hay que seguir la definición. Desafortunadamente, el Día de la Mujer es un feriado nacional y su redacción es, ante todo, una cuestión de uso cotidiano del mismo idioma. Aquí, el significado de una palabra no está determinado por la "definición".
¿Qué dijiste? /¿Disculpe? ¿Se puede definir el lenguaje?
Durante casi dos mil años, la mayoría de los estudiosos han creído intuitivamente que todo gira en torno a definiciones. Sin embargo, esta intuición es muy poco confiable.
Por la misma razón, aunque las mujeres adultas de todas las edades son por definición mujeres, en el habla cotidiana las "mujeres de mediana edad" parecen ser más "femeninas" que las mujeres de otros grupos de edad. Es cierto que este fenómeno contribuye a gran parte de la discriminación existente, pero en realidad es un fenómeno del lenguaje y del pensamiento, no el resultado de la discriminación; no se puede decir que todo el mundo discrimine los cocos.
Algunas personas asocian la palabra “mujer” con estereotipos como el de amas de casa y buenas esposas y madres. Estos conceptos tradicionales hacen que algunas mujeres se muestren reacias a utilizar la palabra "mujer" para describirse a sí mismas. Con la mejora gradual del estatus social de la mujer, las mujeres modernas quieren ser consideradas personas independientes, inteligentes, seguras y maduras.
En tercer lugar, “mujeres” y discriminación
Algunas mujeres piensan que ser llamada “mujer” es discriminación. Aunque no hay una discriminación obvia en la superficie, en la vida real muestra un trato desigual. Por lo tanto, son sensibles al uso de la palabra y prefieren que las llamen "damas" y "hembras".
Cuarto, sexismo en el lenguaje
Además, existe sexismo en el lenguaje. Los hombres suelen utilizar "hombre" o "hombre" cuando se describen a sí mismos, pero faltan expresiones correspondientes para las mujeres en la terminología. Estos hábitos lingüísticos que degradan a las mujeres han exacerbado la falta de voluntad de las mujeres para ser llamadas "mujeres".
En general, las razones por las que las mujeres no quieren ser llamadas "mujeres" se deben principalmente a los puntos anteriores. Al utilizar el lenguaje, debemos prestar atención a la cuestión de la discriminación de género, respetar el estatus social y los derechos de las mujeres y ya no definir a las mujeres con etiquetas prescritas obsoletas, sino defender la "preocupación y la igualdad" que respete la naturaleza humana.