Cómo ser un buen administrador
En primer lugar, si te atreves a asumir el cargo, debes sentirte responsable. Sin una gestión adecuada, es difícil obtener el capital adecuado, y mucho menos mantenerlo. Lo más importante es que una buena gestión atrae a los mejores talentos, los orienta y les permite aprovechar al máximo sus talentos. Los gerentes tienen la responsabilidad de aprovechar al máximo las fortalezas de sus empleados. Un gerente eficaz asume la responsabilidad personal de cómo resultan las cosas.
En segundo lugar, haga que sus subordinados se sientan libres, afirme sus habilidades, orínelos y bríndeles oportunidades. Los empleados lo apreciarán y manejarán las cosas de manera satisfactoria.
En tercer lugar, las ideas son más importantes que los resultados y los empleados no pueden gestionarse únicamente en función de los números. Sólo comprendiendo la mentalidad de los subordinados y lidiando eficazmente con las emociones, los miedos y las sombras que flotan en sus corazones se puede aumentar la capacidad de ejecución.