Patentes de innovación extranjeras
Durante mucho tiempo, la conciencia de nuestro país sobre la protección de patentes ha sido muy débil y muchas tecnologías patentadas muy buenas han sido robadas por empresas extranjeras. A través de estas tecnologías patentadas, simplemente transfieren los productos y luego los venden a China, obteniendo enormes ganancias para nosotros. El producto más obvio es la porcelana blanca, que originalmente era nuestra propiedad intelectual, pero después de enterarse de ella, una empresa japonesa registró su propia propiedad intelectual. Como resultado, la porcelana blanca japonesa se vendió en todo el mundo, pero nuestra propia industria de la porcelana blanca decayó gradualmente, lo que nos dio una profunda llamada de atención. Deberíamos tener cuidado de proteger nuestros derechos de propiedad intelectual.
Aunque somos conocidos como una potencia manufacturera en el mundo, tenemos muchos productos. De hecho, somos sólo una fundición y no tenemos nuestra propia tecnología central. La mayor parte de los beneficios de los productos producidos han sido obtenidos por empresas extranjeras, y solo tenemos una cantidad muy pequeña de trabajo duro, lo que resulta en un enorme desperdicio de recursos. Lentamente, muchas de nuestras empresas comenzaron a descubrir que sin sus propias tecnologías centrales, serían controladas por otros y serían reprimidas por empresas extranjeras en la competencia comercial internacional. Entonces comenzamos a desarrollar nuestra propia tecnología central y propiedad intelectual. Gracias a los incansables esfuerzos de nuestros investigadores científicos, hemos logrado grandes avances en muchos aspectos en algunos campos técnicos, hemos alcanzado el nivel avanzado del mundo y poco a poco hemos comenzado a transformarnos de un país fabricante a un país creador.
Esta vez nuestras solicitudes de patentes en Europa han alcanzado un nuevo récord, lo que refleja plenamente el progreso de la investigación científica de China y nuestro énfasis en los derechos de propiedad intelectual. Aunque todavía nos queda un largo camino por recorrer, creo que nuestro país se desarrollará cada vez mejor.