Cuando hablo con los clientes, siempre siento que no hay ningún tema. ¿Qué debo hacer?
Hay dos razones. Una es la falta de ejercicio y ver demasiadas escenas; la otra es mi conocimiento limitado y no tengo nada de qué hablar.
Podrás aprender más sobre cosas de moda o clásicas, de esa manera tendrás más que decir. Por ejemplo, puede aprender sobre acciones y fondos, y puede aprender sobre la cultura del té, la cultura del vino y la cultura musical.
Para el cliente que conoces por primera vez, primero puedes hablar sobre algunos temas que hayas tocado en tus proyectos de cooperación, luego escuchar lo que le interesa y luego hablar más. Sólo relájate.