Citas de presidentes dominantes en materiales de escritura de novelas universitarias
La mayor suerte en la vida es conocerme y la mayor desgracia es que nadie te ama más que yo. Está bien enseñarle cuando hace algo mal, lo más importante es consolarla después.
¡Tú limpias mi casa y yo limpiaré el mundo por ti! Espero que haya alguien como tú, como el viento refrescante en la montaña, la cálida luz de la ciudad antigua, de la mañana a la noche, de la montaña al estudio, siempre y cuando seas tú al final.
Si no sabes cocinar, ¡aléjate y yo cocinaré para ti más tarde!
Escuché que casarse ahora es muy barato. Vamos, casémonos. ¡Mi regalo!
En estos días tranquilos, es genial conocer a una hermosa tú. Realmente no puedo evitar querer acompañarte hasta que sea mayor.
Todas las cosas bellas del mundo deberían pertenecerme a mí, incluido tú.
¡Escúchame, soy el único calificado para hacerte llorar en el futuro!
Amarte es mi patente. ¿Quién se atreve a hacer algo ilegal?
Eres mía y nadie te la puede quitar. Así de dominante soy; soy tuyo y nadie me lo puede quitar. Soy demasiado testarudo.
Cursa tu propia felicidad con valentía, este es el lenguaje floral de los girasoles.
Yo mismo quiero darte la felicidad, no confío en los demás. ¿No puedes sentir si me gustas o no? Conocerse es la voluntad de Dios, conocerse es la voluntad del hombre, sumar es amistad y sentir es intencional. Podemos estar juntos porque hay una pantalla sobrenatural en nuestros corazones.
A partir de hoy, eres mía. Quiero que me veas solo. Te prohíbo sonreír a otros hombres.
El amor es alegría sin fin, y también puede ser dolor sin fin. Que la felicidad abrace el amor de todo el mundo y que tú y yo atravesemos juntos los altibajos de la vida.
¡El autocontrol del que siempre había estado orgulloso se derrumbó frente a esta maldita mujercita!
Mil tazas no te emborracharán. Tomaré una copa contigo y te emborracharás. La primavera y el otoño son largos, la vida contigo es demasiado corta y los grandes sueños se desvanecen. Me gustaría disfrutar de la tercera vida contigo.
Cuando la gente siempre quiere llorar, tú siempre usas tus manos para curar silenciosamente mis heridas sin que los demás lo sepan.
Cuídate si puedes, o déjame cuidarte honestamente.